Los suplentes de la Deportiva se ensañan con un Palencia discreto (5-0)

La Sociedad Deportiva Ponferradina se impuso con claridad a un equipo del Palencia plagado de jugadores juveniles. Parece ser que los castellanos tienen a bastantes jugadores del primer equipo con problemas y su entrenador, Alfonso del Barrio, no quiso arriesgar porque lo importante para ellos (y para todos) es la Liga y además este año llevan buen camino puesto que comparten liderato con el Barakaldo en Segunda B. Tampoco la Deportiva puso en liza a su equipo titular, pero es que entre los suplentes habituales de los blanquiazules y los noveles que trajo ayer el Palencia existe un mundo. Así se explica un marcador tan abultado que se quedó muy corto, como podrán corroborar los espectadores que se dieron cita en El Toralín, a juzgar por la gran cantidad de ocasiones que dispusieron los de Pichi. Desde el primer momento el partido se convirtió en un monólogo blanquiazul con los morados corriendo detrás de los locales y del propio balón. Las ocasiones se iban sucediendo pero el primer gol llegó al cuarto de hora cuando Ramón Pereira, uno de los mejores ayer, se marchó por banda derecha y su centro raso fue aprovechado por Diego Ribera en la boca de gol. La primera mitad registró dos tantos, el ya comentado y un segundo que en otras circunstancias habría provocado la aparición de pañuelos en El Toralín. Asier Salcedo realizó una gran asistencia sobre Guille que se marchó en velocidad y cuando el portero y un defensor salieron a interceptarlo, ya dentro del área, el jerezano les dribló en un palmo de terreno y marcó a placer. Casi todos los hombes de mitad de campo hacia arriba contaron con alguna ocasión de marcar, más o menos clara, pero el marcador ya no se movería hasta la segunda mitad. Apenas se había acomodado los espectadores en sus respectivas localidades cuando Ramón Pereira se marcha de cuantos contrarios le salen al paso y termina siendo derribado dentro del área. José Luis González decreta la pena máxima y el especialista sobre el campo en ese momento, Diego Ribera, transforma con facilidad, firmando el segundo de su cuenta particular. Aún restaban dos goles más y ambos serían materializados por un Ramón Pereira que aprovechó «la pachanga» de ayer para reivindicarse. El primero de los dos fue de hermosa factura porque llegó tras una fantástica pared entre el emeritense y Guille, que le devolvió el cuero con precisión antes de que Ramón salvara la oposición del meta palentino. A un cuarto de hora para el final, Vicente Úriz mandó un centro desde la derecha que aprovechó Pereira para controlar primero con la cabeza y así zafarse del guardameta antes de fusilar a puerta vacía. La exhibición goleadora de los bercianos fue celebrada en las gradas por unos espectadores que dejaron cerca de 4.000 euros para el IES Europa después del desfalco que sufrieron meses atrás. Los responsables del centro agradecieron el detalle al presidente Silvano.