Diario de León

Alonso pone rumbo a la Historia

El asturiano fue segundo en Brasil, pero le bastó para proclamarse otra vez campeón Opinión: Próximo reto, la historia

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José María Rubio - sao paulo
León

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Fernando Alonso no necesitó la victoria para proclamarse campeón del mundo de Fórmula 1 por segunda vez consecutiva. El asturiano fue segundo en el Gran Premio de Brasil, sólo superado por Felipe Massa, después de protagonizar una excelente carrera desde el principio hasta el final. Alonso conseguía así en la última cita del año su objetivo: revalidar el título mundial. Massa, también el suyo: ganar en su país. Ambos estaban exultantes, y no menos los miembros del equipo Renault, que también se adjudicaban el segundo título consecutivo de constructores. En la carrera en la que Alonso se proclamó bicampeón mundial, Michael Schumacher se despedía de la Fórmula 1 desde el cuarto lugar, detrás de Jenson Button, que fue quien compartió el podio con Massa y Alonso. El alemán fue otro de los grandes protagonistas de la carrera, en la que desde el décimo lugar en la parrilla de salida, tras un pinchazo en las primeras vueltas remontó hasta acercarse al podio. En los puntos, y por detrás de Schumacher, se clasificaron también Raikkonen, Fisichella, Barrichello, y Pedro de la Rosa, que cruzó la meta octavo. Fue una carrera emocionante, en la que no faltaron accidentes, pinchazos, como el de Schumacher, adelantamientos y grandes hazañas, también protagonizadas por el «káiser». No perdió el puesto En la salida, Massa continuó en primera posición seguido de Raikkonen, Trulli y Alonso, que conservó su cuarto lugar. Pero por detrás, Michael Schumacher, que salía desde el décimo puesto, superó a los dos BMW de Kubica y Heidfeld y al Toyota de su hermano Ralf, y se colocó séptimo. Pedro de la Rosa se situaba undécimo, adelantando una posición. Por detrás, un incidente entre los dos Williams de Nico Rosberg y Mark Webber provocaba la pérdida de control del primero de ellos y el choque posterior contra las vallas de protección, lo que obligó a sacar a la pista el coche de seguridad. Los pilotos se reagruparon, mientras que Michael subía otro lugar. El alemán ya era sexto, después de adelantar a Rubens Barrichello. Una vez que el coche de seguridad entró en la línea de boxes, los pilotos se relanzaron a continuar con la carrera. Schumacher intentó superar a Fisichella, al que tenía cerca, y lo consiguió, pero de repente hizo un extraño y el italiano le volvió a adelantar. El «káiser» había pinchado su rueda trasera izquierda. Sus aspiraciones al título se habían acabado de repente. Fue a boxes, y regresó a la pista en última posición. Un lugar casi imposible para conseguir lo que quería: ganar. Cerca de Raikkonen Alonso tenía su segundo título en el punto de mira gracias a los problemas de Michael Schumacher, que le han caído uno a uno desde el pasado Gran Premio de Japón. Por delante del asturiano estaba Jarno Trulli, pero no tuvo dificultades en superarle para subir al tercer lugar, ya que el italiano fue ralentizando hasta su box para abandonar allí. El equipo Toyota acababa de perder también a su otro piloto, Ralf Schumacher. Y algo más: la quinta posición del Mundial de constructores, que de forma automática iba para BMW. Así las cosas, Felipe Massa tenía por delante ganar en casa, e iba marcando vueltas rápidas para separarse lo más posible de Raikkonen. El de McLaren tenía cada vez más cerca a Alonso, que desde la tercera posición se acercaba al finlandés. De la Rosa, con los abandonos, había subido hasta el octavo lugar, aunque tenía muy cerca de a Heidfeld. Massa entró en su box, dejando así a Alonso líder de la carrera. El español lo hizo más tarde, y al salir, se colocó por delante de Raikkonen. Había ganado otra posición. El asturiano ya era segundo, aunque no de forma real, ya que se tuvo que colocar por detrás de De la Rosa, que como iba muy cargado y pararía más tarde, estaba colocado segundo tras Felipe Massa. Quedaban 16 vueltas para el final y Alonso sabía que su posición era cómoda, y que no tenía que arriesgar. Pero Schumacher, sí. Al final, Felipe Massa cruzó la meta en primera posición. Pero Alonso estaba todavía más contento. Había conseguido su segundo título consecutivo, y también había contribuido a que su equipo, Renault, se lo llevara.

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