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Alonso y su nuevo equipo

McLaren espera al campeón

Con el mayor presupuesto del próximo año, la escudería angloalemana confía en el talento del español para recuperar el prestigio perdido en una temporada aciaga

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G. Espáriz / E. Dreherrma - madrid | sao paulo
León

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El circuito de Interlagos certificó que Fernando Alonso es el claro triunfador del año 2006 y McLaren-Mercedes el gran perdedor pero, paradójicamente, el futuro de ambos confluirá durante las tres próximas temporadas. De cómo asuma uno y otro los sucesos de la temporada recién concluida depende el éxito a partir del 2007. Las buenas noticias son que Alonso llega a la escudería angloalemana con dos títulos mundiales en el bolsillo y libre de la enorme amenaza que suponía el alemán Michael Schumacher, ya retirado. Los éxitos del asturiano en los dos últimos años dicen que es el mejor piloto, y los únicos que parecen capaces de hacerle sombra también afrontan un buen número de dudas: el finlandés Kimi Raikkonen y el brasileño Felipe Massa son dos pilotos de calidad contrastada, pero Ferrari debe afrontar la transición a la era post Schumacher. Está confirmado que el cerebro de la estrategia, el británico Ross Brawn, se tomará al menos un año sabático, y para esta semana ya se anuncian los primeros cambios. Eso sí, el presupuesto de McLaren se acercará a los 400 millones de euros, el mayor de la fórmula 1. El equipo de su ídolo Fernando Alonso llega cargado de ilusión a afrontar su nueva etapa tras sus éxitos con Renault: pilotará en el mismo equipo que encumbró a su ídolo, el brasileño Ayrton Senna. «Ir a McLaren me recuerda mucho a Senna, quien no corrió nunca en Ferrari. El se retiró con tres títulos, y a mí me gustaría hacer lo mismo», ha manifestado más de una vez el asturiano. Las malas nuevas son sin embargo inquietantes: McLaren cumplió en el 2006 su peor temporada en diez años, la primera desde 1996 sin un triunfo que llevarse a la boca. Tras los subcampeonatos de 2003 y 2005, Raikkonen sólo pudo ser quinto en el Mundial, un fracaso en toda la regla. El número de problemas que ha afectado a McLaren es muy variado. El motor Mercedes estuvo lejos de la potencia de antaño, siempre amenazado por problemas de fiabilidad. El diseño aerodinámico se re-sintió por la marcha del gurú Adrian Newey a Red Bull el año anterior. Y en el capítulo de pilotos, la fuga de Juan Pablo Montoya a mitad de temporada y la confirmación casi carrera a carrera del español Pedro de la Rosa en el segundo bólido sólo contribuyeron a rodear de incertidumbre a la escudería. Tan gris fue el año que nadie en el equipo angloalemán niega siquiera la evidencia. «No logramos nuestros objetivos. Nada marchó como habíamos previsto y como nos habíamos imaginado», afirmó Norbert Haug, jefe deportivo de Mercedes. Bien recibido Norbeg Haug es uno de los hombres con los que Fernando Alonso mantuvo hasta ahora más contacto, y el orondo ex periodista alemán no oculta su afecto hacia el español. Aún así, tuerce el gesto ante el hecho de que Alonso llegue con el número uno bajo el brazo: «Preferimos ganarlo por propios méritos, algo que ya conseguimos». Sin embargo, esos éxitos quedan ya demasiado lejos. Fue en el bienio mágico del finlandés Mika Hakkinen, en 1998 y 1999. Muy poco para un equipo que es historia viva de la fórmula 1, con once títulos de pilotos y ocho de constructores desde su fundación en 1966. La primera necesidad en Mclaren es recuperar la moral. «Lo hablaremos interna-mente, pero no hay ningún método para levantar la cabeza. Tampoco hay motivos para esconderla. Simplemente tenemos que trabajar más duro», dijo Haug. El jefe y alma del equipo, el británico Ron Dennis, fue más directo: «La próxima temporada empieza ya mañana».