El Ademar pasa por encima de un Teka sentenciado en minutos (35-20)

Un ciclón llamado Ademar pasó ayer literalmente por encima de un Teka Cantabria -quién lo ha visto y quién lo ve- que fue zarandeado sin piedad por los jugadores de Manolo Cadenas. El resultado final del choque: 35-20 habla por sí mismo. En el retorno a la liga tras el paréntesis obligado por la disputa de la Copa del Mundo el Ademar demostró que no sólo no ha perdido el pulso a la competición, sino que está todavía en mejor forma que antes del parón. El Teka Cantabria puede atestiguarlo perfectamente porque ayer lo sufrió en sus propias carnes. Bien es cierto que el conjunto santanderino es mejor de lo que se vio ayer en el Palacio de Deportes pero también es cierto que el juego del Ademar no le dejó ninguna opción. Es más, lo aniquiló en muy pocos minutos. En el minuto quince, los leoneses ya habían consegido romper el partido abriendo un hueco importante: 8-3. Y al final de los primeros treinta minutos la renta se había ido a unos guarismos de escándalo: 19-6. Los números no fallan. El Teka había hecho un gol cada cinco minutos. En una liga de tanto nivel como la española esto equivale a una sentencia de muerte. Y es que durante los primeros treinta minutos el Ademar fue una auténtica apisonadora. Los de Cadenas salieron con un objetivo claro: pisar el acelerador a fondo para romper el encuentro cuanto antes y lo consiguieron por la vía rápida. La defensa en 6-0 funcionaba y los cántabros no encontraban ni un sólo hueco. Si además sus jugadores más desequilibrantes -al menos en teoría- como Zvizej o Ben Amor no aparecían por ningún lado las ventajas para el Ademar ya eran excesivas. Del lado cántabro los goles caían con cuentagotas en el sentido más estricto del término. Los jugadores del Teka no acertaban a atacarla con eficacia y cuando conseguían superar el muro leonés ahí estaba de nuevo el portero bosnio Saric que firmó otra tarde memorable. El balcánico acabó con un 63% de efectividad, fruto de diez paradas a los 16 lanzamientos que recibió en la primera parte. En este tiempo, Raúl Entrerríos volvió a destaparse como goleador -hizo cinco tantos jugando de central y de lateral porque Schilnger sigue sin entrar en las convocatorias-, muy bien secundado por Jakobsen, Stranovsky y Krivoshlykov. Letales en los contraataques estos dos últimos. Con una ventaja de trece goles al término del primer periodo el segundo sobraba. En cualquier caso, en un arranque de amor propio el Teka ofreció en la segunda mitad una mejor imagen, pareciéndose más a un equipo que a una «banda» apática y sin capacidad de lucha. De la quema se salvaron únicamente el ex portero del Ademar, Jorge Martínez, que hizo lo que pudo para detener la avalancha y el extremo Zvizej que con sus tantos en la segunda mitad maquilló un tanto la paliza. El hecho de que el partido estuviese sentenciado desde hacía muchos minutos provocó que el Ademar saliese de inicio frío y sin la intensidad necesaria. Por fortuna duró poco. El equipo leonés se enganchó de nuevo al partido de la mano de un inusual Laluska que acabó como máximo goleador con siete tantos. Al final 35-20 y golpe de autoridad de un Ademar intratable que sigue avanzando con paso firme por la liga.