El Madrid gastó en fichajes 500 millones en seis años

Al Madrid no le salen las cuentas, y tampoco los fichajes. Los rumores sobre la llegada de nuevos futbolistas en el próximo mercado de invierno dan continuidad a la nefasta política de incorporaciones iniciada por Florentino Pérez hace seis años. Un modelo agotado el pasado mes de febrero, cuando dimitió el mandatario, pero que el actual presidente en funciones, Ramón Calderón, se empeña en mantener. Las cifras no engañan. El club blanco se ha gastado 496,8 millones de euros (82.660 millones de pesetas) desde que Pérez se impuso en las elecciones del 2000. Su gusto por los fichajes caros y de relumbrón trajo al club blanco a las más importantes estrellas del fútbol actual. Figo, Zidane, Ronaldo o Beckham alumbraron un vestuario con mucho brillo y poco trabajo que no tardó en acumular fracaso tras fracaso. Un vistazo a su política de fichajes ofrece una inversión de 427,8 millones de euros (71.179 millones de pesetas) en las seis temporadas que Pérez inició como mandatario. En cambio, esta gigantesco inversión contrasta con la ausencia de títulos durante las tres últimas. Es la herencia envenenada del presidente galáctico que su sucesor provisional, lejos de estigmatizar, quiere prolongar. Hasta 24 jugadores llegaron al Bernabéu durante este período. Un equipo al completo. Pero los cinco de esta temporada, fichados después de unas elecciones que permanecen inconclusas cuatro meses después, tampoco sacian la sed de Ramón Calderón. Los brasileños Marcelo y Álex, así como los argentinos Gago e Higuaín, son los últimos nombres de moda. Su llegada colocaría al presidente en funciones en el camino de repetir los errores de su predecesor. Con 64 millones de euros (10.648 millones de pesetas) gastados esta temporada para los fichajes de Cannavaro, Emerson, Diarra, Reyes y Van Nistelrooy, los nuevos responsables del Madrid no varían el rumbo marcado por Florentino Pérez. Sus errores deportivos se ven amplificados por la incertidumbre en los despachos. El club blanco acumula una deuda de 398 millones de euros (más de 66.000 millones de pesetas), pese a que se vio rebajada por la venta de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva, ubicada en pleno Paseo de la Castellana. Amparado en su provisionalidad, Calderón no duda en apostar por una nueva salida hacia delante. Al más puro estilo de la era galáctica, la llegada de nuevos futbolistas dispararía otra vez el endeudamiento. A cambio, también subiría la ilusión de los seguidores por que estos refuerzos traigan un título que zanje el trienio negro actual. Un planteamiento tan viejo como el fútbol, y que Florentino Pérez ya había demostrado que resulta equivocado.