Diario de León

Ribera - Montaña

Morín, el mejor gallo del corral

La Montaña retiene el título tras un apoteósico final en el que el luchador de Riaño eclipsó la buena actuación de Fuertes, que dejó en bandeja un triunfo que desperdiciaron los ribereños

Los luchadores ofrecieron un buen espectáculo al abundante público

Los luchadores ofrecieron un buen espectáculo al abundante público

Publicado por
César G. Sadia - mansilla de las mulas
León

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La Montaña retuvo el título en casa de los ribereños. Morín fue el juez de una contienda que estuvo muy igualada en la fase última del enfrentamiento pero que en todo el desarrollo del mismo, los montañeses gozaron de una enorme ventaja que les permitía ir mermando el esquema preparado en los ribereños dirigidos por Lupicinio Prieto. Ayer, Roberto Andrés Moro se convirtió en el héroe para los montañeses y en villano para los ribereños tras anotarse el triunfo en el último envite ante Abel Isaí Cabero, siendo ambos luchadores los únicos rivales que quedaban en el centro del corro tanto por el lado de los montañeses como por los de la Ribera. El transcurso del mismo fue en todo momento muy deportivo, nada que ver con los bochornosos incidentes vividos la temporada pasada. Los luchadores venían dispuestos a ofrecer una fiesta al respetable y se la dieron, tanto en lo deportivo como en los combates que ayer se pudieron ver a lo largo del último corro que cierra esta temporada 2006. «Hay quien luche» El Ribera-Montaña se inició con la ya tradicional frase de «Hay quien luche» por parte de los vencedores del 2005, siendo el encargado de la misma Jorge Rojo. El montañés nada pudo hacer para evitar el primer punto para los de la Ribera y todo presagiaba que en las categorías inferiores el duelo iba a estar más igualado de lo esperado, Tomás González, por parte de la montaña y hermano del ya consagrado luchador de semipesados Davizuco, hizo alarde de su tremenda maestría y consiguió eliminar nada más y nada menos que a siete rivales. Un hecho al alcance de muy pocos, lo que ya prácticamente recién iniciado el corro le otorgaba el tradicional mazapán con el que se premia al luchador que más rivales consiga tirar a lo largo del mismo. Tan solo hubo tres luchadores, estos de la ribera, que se le acercaron e hicieron peligrar tan valioso premio, logrando tirar los tres a cinco rivales cada uno: Alberto Blanco, Saúl García y Clemente Fuertes. A partir de ese momento, el colchón de puntos conseguido por Tomás González permitía a los montañeses partir con una cierta comodidad para afrontar el resto del duelo. Borja Gaerdeazábal consiguió recortar las diferencias tirando a tres rivales por parte de la ribera, pero no fue hasta la salida de Alberto Blanco cuando los ribereños lograron igualar la contienda cuando éste derribó a cinco contrincantes. Pero nuevamente la montaña volvió a coger el mando de la situación con su luchador Alejandro Prieto y otra vez se produjo una alternancia en el marcador que iba justificando con buenos combates la igualdad del mismo. Alberto Novoa volvió de nuevo a meter un hachazo en favor de los montañeses tirando a cuatro rivales, pero rápido salió respuesta por parte de los ribereños, y Saúl García con cinco rivales a sus espaldas, metió de nuevo en el enfrentamiento a los ribereños. Los combates de senior habían comenzado y quedaba el plato fuerte, sobre todo para el final.

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