La deportividad fue protagonista en un corro emblemático La montaña retiene el título

Los combates de sénior comenzaron a dar más colorido y más nervios a unas gradas que comenzaban a calentarse por momentos. Cualquier decisión arbitral o cualquier fallo por parte de uno u otro bando era rápido respondida por un público totalmente entregado en un corro de los más queridos y esperados tanto por público como por luchadores. Los sénior comenzaron prácticamente igualados, pero siempre, como había venido sucediendo en categorías inferiores, la Montaña estaba con cierta ventaja. Con los primeros luchadores se pudo ver uno de los envites más atractivos del corro, el reaparecido Félix Valladares y Víctor Díez. El montañés había conseguido ya derribar a tres rivales y, tras muchas caídas dudosas ante el luchador local y que defendía los colores de la Ribera, finalmente Díez logró imponerse y, de alguna manera, volvió a frenar la escalada de los luchadores había nuevamente iniciado hacia el triunfo final. Salió Héctor García por parte de los visitantes para frenar a Víctor Díez y el montañés, tras tirar a cuatro rivales, nada pudo hacer ante la presencia de Jesús María Cabero. No lo hizo mal el de Valdearcos ya que logró dar cuenta de uno de los pilares en los que se basaba el triunfo de los montañeses, pero Cabero no tardó en caer. David González logró frenar a Jesús María y, más tarde, Clemente Fuertes, que se erigió en el auténtico protagonista de la Ribera, dio cuenta del montañés. Un triunfo desperdiciado Clemente Fuertes, tras la táctica empleada por el seleccionador Lupicinio Prieto, luchó en la categoría de pesados y, lejos de caer a las primeras de cambio como quizás muchos estaban esperando, dio una auténtica campanada y una exhibición de lucha. David González, Pedro Llamas, Iván González, Avelino García y Pedro Amalio, tres de ellos luchadores que le sacan más de 20 kilos, no fueron obstáculo para que el luchador de Tendal se cobrara cinco víctimas y dejara a la Montaña con tan solo un rival, Morín, para hacerse con un triunfo que su equipo desperdició.