El ojo de Rafa que todo lo ve

Diez años después, en el mismo encuentro, pero con diferente escenario, el asistente leonés Rafael Guerrero Alonso volvió a convertirse en el punto de referencia en un campo de fútbol. En esta ocasión en el Camp Nou de Barcelona. Hace diez años en La Romareda de Zaragoza. Si en aquella ocasión el expulsado fue Aguado, el domingo Thiago Motta sufrió el castigo del ojo de Rafa Guerrero, que todo lo ve. El asistente llamó la atención del árbitro Iturralde González en el minuto 72 de partido, justo cuando más intenso era el juego en el Camp Nou y no había un claro dominador, para denunciar una agresión de Thiago Motta sobre Diego Milito. Dos lustros más tarde se volvió a montar el Belén con más de un mes de antelación, como hace El Corte Inglés para promocionar su campaña de Navidad. A continuación, Carles Puyol le espeta a Rafa: «¿Pero es que tú nunca has jugado al fútbol?». El asistente no contesta. No se sabe si porque Puyol tiene razón o porque el leonés no quiere entrar al trapo , de otro paño muy distinto al de su banderín a cuadros amarillos y rojos. Frank Rijkaard empujó al capitán de su equipo enseguida para evitar que un caliente Rafa desenfundase otra vez su arma más poderosa, como hace en el anuncio publicitario de televisión, que le catapultó definitivamente como personaje mediático. El técnico del FC Barcelona consideró también que lo de Rafa al expulsar a Motta se produjo en un momento «determinante» del partido. Pero con el partido finiquitado, a Rijkaard no le importó dar la enhorabuena al asistente leonés y admitir que la decisión tomada por el juez de línea más famoso del arbitraje mundial había beneficiado a su equipo. «Inicialmente nos ha afectado pero, tras toda la confusión que se generó, el Zaragoza se descentró. Cometió un error, Saviola lo aprovechó, llegó otra roja -a Gabi Milito- y el encuentro cambió completamente a nuestro favor». En suma, que Rafa la ha liado dos veces en un partido entre barcelonistas y maños en un intervalo de diez años. Un expulsado por cada club. Aguado en 1996 y Motta en el 2006. Pero el beneficiado siempre ha sido el club catalán, porque el domingo Rafa fue un culé más. El Real Zaragoza estaba a punto de comerse al Barça y el asistente fue el revulsivo azulgrana.