Los árbitros apoyan a Rafa

«A todo el mundo le gusta que los suyos le apoyen porque te da la confianza necesaria para seguir adelante». Estas fueron las palabras del asistente leonés Rafa Guerrero ayer, tras conocer el respaldo que le brinda el Comité Técnico de Árbitros al considerar que Guerrero tuvo una actuación perfecta el pasado domingo en el Camp Nou. Para el asistente leonés, esta decisión del comité «es el apoyo de los que te siguen y te conocen mejor que nadie». De esta forma, ha querido expresar su agrado quien se convirtió en uno de los grandes protagonistas del partido que enfrentó al FC Barcelona y al Real Zaragoza en el estadio de los azulgranas en la última jornada de Liga. Allí, en el feudo azulgrana, Rafa Guerrero denunció una agresión de Motta sobre Diego Milito que llevó al árbitro Iturralde González a expulsar al primero y que supuso un importante revulsivo para que los culés se hiciesen con la victoria. A partir de entonces, se ha convertido en el centro de atención, pero asegura que no se arrepiente de nada porque «yo pité lo que ví», explica. A su convicción de que hizo un buen trabajo se une ahora el respaldo del Comité Técnico de Árbitros, que no sólo no será castigado, sino que será felicitado por haber mostrado determinación y carácter para avisar a Iturralde González de la supuesta agresión que se produjo sobre el terreno de juego. «Tirón de orejas» a Iturralde Según el CTA, Rafa Guerrero cumplió a rajatabla el reglamento y no tuvo reparos en aplicar mano dura con las malas acciones de los jugadores y, para el comité, en las imágenes de la televisión se aprecia que Motta se excede en el braceo ante la presión del zaragocista. Sin embargo, será el árbitro principal de aquel encuentro el que reciba «un tirón de orejas» por parte del Comité Técnico de Árbitros tanto por no haber visto la acción principal como por permitir las reiteradas protestas que protagonizaron los jugadores sin haberles mostrado las correspondientes tarjetas de sanción. Además, el Comité de Competición acordó ayer sancionar con un partido de suspensión al centrocampista brasileño del Barcelona Thiago Motta y a su segundo entrenador, el holandés Johan Neeskens, al igual que a Milito. Todos fueron expulsados, junto al delegado del campo barcelonista Carlos Naval, que también cumplirá un partido de suspensión.