Cinto, monumento, testimonios

A PARTIR de ahora, ¿luchístico aletargamiento invernal? ¿»Tradicional» marasmo de 3 ó 4 meses? Mucho nos tenemos que, desdichadamente, no se aproveche este periodo para calmosamente afrontar análisis e investigaciones; y, a la luz de ambas premisas, a reflexionar y proyección de actuaciones. Verbigracia, investigar en torno a la prevención y cobertura integral de lesiones )se llega a final de temporada con elevadísimo y desproporcionadísimo porcentaje de lesionados), alternativas al cinto... En relación con este último punto, hemos venido aportando una serie de reflexiones históricas que probaban que el cinto actual tenía otra serie de precedentes y variantes; ahí se hallan a modo de «memoria histórica», mientras que el «revisionismo» (histórico) ha de hacerse desde el análisis más riguroso de todo ello. En tal línea parece lógico señalar que procede4ría analizar otras alternativas que incorporen vistosidad a los combates y por añadidura alejen los fantasmas del cinto presuntamente lesionador. En suma, sin eliminar ni desnaturalizar la idea básica del cinto identificativo, tan consustancial con la lucha leonesa. No se trata, pues, de suprimir sino de buscar sustitutivos válidos, admisibles y mejorables (de lo presente). Analizar otras posibilidades: estudiarlas, probarlas, experimentarlas. Análisis, investigación... y desarrollo. I+D+i, aunque parezca desmesurado el enunciado para su aplicación a la L.L. Cambio de tercio. El Ayuntamiento de León sigue empecinado en mantener escondido el Monumento a la Lucha Leonesa. En lugar de exhibirle en el sitio más visible y adecuado; en su lugar natural de frente el Palacio de Deportes, de todos los deportes leoneses y como homenaje y reconocimiento de éstos al más leonés de los deportes. A.T.M.: «en cuanto al clamoroso error en la ubicación del Monumento a la L.L., no me explico como los leoneses podemos permitir que el Ayuntamiento se burle de nosotros y recalcitrantemente desoiga lo que es un clamor. Contumaces y recalcitrantes en el sostenella y no enmendalla. «Monumental» error municipal ¡Así nos luce el pelo! El pelo de la leonesidad y de todos los demás componentes leoneses, espirituales y materiales, apostillamos nosotros. Seleccionamos entre otros testimonios monumentales, el de vuestro vecino de columna -y viejo amigo- Lamberto E. Martín. Para él no tenía explicación la actitud del Ayuntamiento, máxime cuando parecería tan clara su ubicación frente el Palacio de los Deportes. En clave luchística, también nos instaba a que incidiésemos en la diversificación de la L.L. hacia otras variantes de Lucha. Incidir... ¿todavía más? Compartimos su postura de que, al igual que en el caso del cinto no se trata de eliminarle sino de buscarle alternativas, tampoco es cuestión de sustituir -suplantar- a la L.L. por otras variantes por muy universales y olímpicas que sean (Grecorromana, Libre Olímpica, Sambo...) sino de complementarlas competitivamente. Motivación y estímulo añadidos para seguir practicando la nuestra, entre otros múltiples efectos todos positivos. Retomando el encabezamiento en cuanto a labores invernales «de despacho»: mecenazgo luchístico versus Fundación Ademar ¡Fundación para la Lucha Leonesa, ya! Y al hilo ademarista -L.L. y algo más-, felicitación y aliento para la brillante marcha que llevan en su Liga Asobal. Felicitación que esperamos refrendar por la conquista de algún título. Testimonio de alcance. El viernes pasado apercibíamos del riesgo de que la Real Academia Española de la Lengua asumiese el disparatado gentilicio «castellanoleonés». Según parece su Presidente, el leonés consorte Víctor de la Concha, se ha cerrado en banca. Así las cosas, la R.A.E. se desmarca de su lema, y «ni fija ni limpia ni da esplendor». Más bien emborrona, se balancea y se deja utilizar. Debajo de la concha se evaporan los rescoldos de sensibilidad leonesa del leonés consorte, cual en su día se evaporó su vocación debajo de la sotana ¿Y el académico leonés (?) Luis Mateo Diez, ejerce de tal?