Robles continúa con su calvario

El jugador de la Sociedad Deportiva Ponferradina, Ángel Luis Robles, sufrió una nueva lesión durante la sesión preparatoria que efectuaba ayer por la mañana en el Colomán Trabado junto al resto de sus compañeros. Esta vez la causa de su lesión fue una caida inoportuna que le hizo descargar el peso de su cuerpo sobre el brazo y esto provocó una luxación en el hombro izquierdo. No es una dolencia grave pero sí muy dolorosa a consecuencia de la desinserción de la articulación. Da la casualidad de que el defensa murciano había sido operado en ese mismo hombro tres años atrás, precisamente para corregir un mal similar al que se produjo ayer. De no existir antecedentes en la nómina de lesiones de Robles esta temporada, lo de ayer no pasaría de ser uno más de los contratiempos que afectan al equipo una semana sí y otra también. Lo que convierte este asunto en algo menos anecdótico es el hecho de que Robles se ha convertido en el futbolista más perseguido por las lesiones en la Ponferradina desde el pasado verano. A pocas semanas para el inicio de la Liga, Robles tuvo problemas en un gemelo. Se le practicó una ecografía que no desveló nada importante y eso llevó a los cuidadores del club a forzar su recuperación. Lo malo fue que el futbolista agravó una dolencia que no había sido detectada en las primeras pruebas, al padecer una rotura que la ecografía no desveló. Como consecuencia de ello, estuvo más de un mes en el dique seco. Un asiduo de la enfermería Olvidado ese asunto, Robles se disponía a entrar en la rutina normal del resto del plantel hasta que le sobrevino un problema en el cuádriceps que de nuevo obligaba a parar. No fue muy dilatado el período de reposo pero es que justo después se encontró con el problema de isquiotibiales que volvió a relegarle a la enfermería por enésima vez. Parecía ver la luz e incluso debutó en Liga jugando en la segunda parte contra el Salamanca, pero eso agravó su estado y de nuevo tuvo que volver a parar. Ahora, cuando el asunto de los isquiotibiales parecía superado, de nuevo vuelve a verse fuera del equipo por culpa de la luxación en el hombro. El propio Robles confesaba ayer con la moral por los suelos que este no es su año. Sólo encontraba el consuelo de pensar que la Liga es muy larga y que hay margen para recuperarse y llegar a ser un jugador importante en los esquemas de un entrenador que siempre ha apostado por él. Otra cosa es que apenas haya podido utilizarlo, dadas las circunstancias tan adversas que está sufriendo.