Un caza goles en el campo

El Udinese, club de la Primera división italiana de fútbol, pondrá en marcha el domingo en su estadio, en el partido liguero contra el Reggina, un sistema televisivo para evitar los denominados goles fantasmas , en los que no se tiene la certeza de que el balón haya pasado o no la línea de meta. El sistema, ideado por el Centro Nacional de Investigaciones (CNR) de Bari, coordinado por el profesor Arcangelo Distante, director del Instituto de Estudios de Sistemas Inteligentes, consta de cuatro cámaras de televisión de alta definición y no establece la implantación de elemento alguno en el balón ni en las porterías. Las cuatro cámaras (dos sobre cada meta) se ubicarán en cada uno de los ángulos del estadio, a unos 20 metros de altura del terreno de juego y en línea con las rayas que delimitan el final del mismo. Será como si las dos cámaras fuesen un observador virtual que vigila la línea de meta desde encima del travesaño de la portería. Las imágenes (200 al segundo), son accionadas automáticamente por dos ordenadores ubicados en una especie de centro de seguimiento (en una sala del estadio), que controlan las cámaras y las mueven en el seguimiento del balón. Los fotogramas recogidos serán, en tiempo real, enviados a los ordenadores, que analizarán las imágenes y establecerán en total autonomía si el balón a traspasado o no la línea de meta. Aquí ya entraría la tercera fase, en la que el propio ordenador advertiría a una persona (responsable del centro de seguimiento), que estaría viendo las imágenes en un monitor de televisión, si ha sido o no gol. Este funcionario , advertiría al árbitro vía radio o mediante el brazalete que llevan los colegiados para comunicarse en los partidos con sus ayudantes. Este último paso no será dado en el Udinese-Reggina ya que para ello precisaría de la aprobación de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (Fifa). Sin embargo, un representante de la Fifa estará presente en el estadio del Friuli para examinar el experimento. Cuesta entre 80.000 y 100.000 euros, que será pagado por el Udinese, cuyo propietario es Gianpaolo Pozzo.