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Liga Asobal

El Ademar deja escapar el billete a la liga (33-30)

Tras una magnífica primera mitad se hundió en la segunda ante el empuje del Portland Entrenadores: Manuel cadenas |

Jakobsen intenta lanzar a puerta ante la oposición de Davor Dominikovic

Publicado por
Edurne Miranda - pamplona
León

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¿Quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? El Portland San antonio desmontó ayer este tópico cinematográfico levantando un marcador de 13-17 en el descanso para acabar imponiéndose por 33-30 al Ademar de León. La película de ayer no pudo empezar peor para los navarros y con mayor optimismo para el Ademar. El conjunto leonés arrancó a 100 por hora y consiguió un parcial de 3-0 en los primeros compases de un choque eléctrico. Tres latigazos de Entrerríos, Garralda y Krivohslykov no despertaron a un Portland que erró sus siete primeros ataques, o más bien se encontró con su malo malísimo, el guardameta Danjel Saric, que lo paró todo. Tras seis minutos sin marcar, la máquina albiazul dejó de renquear en cuanto su defensa se ajustó y todas sus piezas se decidieron a jugar. Aunque su intención no tuvo mucho efecto, puesto que el juego del Portland estuvo muy atascado. Con la retaguardia floja y la vanguardia obcecada, el Ademar controlaba a su antojo a una presa atrapada entre sus conocidos contraataques y la máxima efectividad en jugadas posicicionales. Durante este periodo, el bloque navarro tropezó continuamente con la misma piedra. Se empeñó en entrar por el centro para romper la muralla leonesa y se olvidó de que a veces el camino más largo es el más seguro. Y así, los extremos Rocas y Ortigosa bordaron el papel del mejor actor secundario, cumpliendo su papel en la sombra. La portería tampocó vivió sus mejores minutos, con una actuación pobre que no ayudaba a reducir las diferencias. El Ademar mantenía a raya a su rival con distancias incluso de tres goles (6-9 y 8-11). Esa línea se ensanchó a partir del minuto 25, en un arreón de los de Manolo Cadenas que hundió a los locales en un «continuará» bastante desesperanzador (13-17). En la segunda entrega, el Portland no quiso resultar repetitivo, así que optó por los cambios. Kjelling ya había despuntado antes, pero en la reanudación compeltó sus mejores minutos. Gol tras gol, cada seis minutos, el noruego se adjudicó el papel de estrella y se llevó de calle a la afición al meter a los suyos en el partido. gracias . Le ayudó Kasper, héroe resucitado con paradas imposibles. también Ruesga, reconvertido en extremo derecho tras la retirada de Rocas por una subluxación en su hombro. El asturiano, como siempre, fue el bueno, enchufándolas desde donde sea. A esas alturas el Ademar perdió el norte, se descolocó al perder su ventaja y ya no se encontró a sí mismo. Ni siquiera en situación de superioridad los leoneses superaron los problemas, que ahora sñi, la defensa antoniana les causaba. Stranovsky mantuvo el tipo, pero no sirvió para detener a un Portland que, una vez que vio la luz, convirtió en fuegos artificiales el último parcial, entre una afición entregada y un rival que se resistía a morir.