El Ademar puso el corazón y el Portland una gran defensa

Se percibía en el ambiente que el de ayer iba a ser un partido de emociones. Cuando salió el Ademar a la pista encabezado por Garralda el Palacio retumbó como lo hace en los duelos de altura. «!A por ellos!», rugió una afición deseosa de ver al Ademar derrotar al Portland en la segunda semifinal. Y los primeros minutos hicieron presagiar un paseo triunfal de los navarros. Con un Balic con ganas y un Juancho sentenciando desde el pivote, el Portland se fue pronto en el marcador: 3-7 en el minuto diez. El equipo leonés sobrevive a duras penas gracias a la garra de Oscar Perales -ayer de nuevo magnífico- y al acierto de Saric en la portería: inmenso el bosnio en la primera mitad. Espoleado por la afición, el equipo va a más. Empieza comerse al Portland con Saric continuando con su recital, Raúl sacando el brazo con la efectividad marca de la casa y el pivote Sigurdsson haciendo goles de contraataque. El Portland se diluye y se vuelve un equipo soso. Irreconocible al de los primeros diez minutos. Al descanso el Ademar se va con una ventaja corta pero ganada a pulso: 13-12. En la segunda se notó el rapapolvo del técnico navarro Zupo Equísoain en el vestuario. El Portland sale con otro aire y con n un parcial de 0-4, el Portland tomó una iniciativa que ya no abandonó -salvo dos igualadas- hasta el final del partido. En ese momento, los árbitros quisieron ser también protagonistas e iniciaron un rosario de exclusiones entre los dos equipos, aunque el Ademar salió peor parado porque las decisiones de los colegiados lastraron cualquier reacción. El Portland se escapa irremisiblemente. Con 19-23 Cadenas pide tiempo muerto pero las cosas no se encarrilan. El Ademar lo intenta hasta el final pero cae 28-30. Eso sí, lo hace con la cabeza bien alta.