Santín: «Ha sido una pataleta del presidente porque su hijo no jugaba»
El ex entrenador del Cacabelense fue destituido cuando su equipo era el segundo clasificado Rafa Castro, encargado de finalizar la temporada
Hace cerca de 15 años el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, destituía al entrenador de la primera plantilla en enero aduciendo que el equipo no jugaba bien. El conjunto de Radomir Antic era líder y acabó perdiendo la Liga en la última jornada después de gozar de una importante diferencia de puntos con el FC Barcelona. Recuerda un poco el caso a éste. El pasado 17 de diciembre el entrenador del Cacabelense era destituido tras ganar 2-0 al Fabero y ponerse a tan sólo dos puntos del líder Laciana en la Primera Provincial de Aficionados. Lo más curioso fue que el hombre que le anunció que el club ya no contaba con él no fue otro que el alcalde de Cacabelos, José Manuel Sánchez. Semanas atrás Luis Santín, técnico del Cacabelense hasta hace dos semanas y media, decidía abandonar el club tras una reunión con el alcalde de Cacabelos y con el presidente del club. El técnico no se sentía respaldado al enterarse que se le estaba buscando un sustituto. Ante la petición de la plantilla de que se quedase, Santín da marcha atrás y es entonces cuando el presidente Carlos Fernández Paredes, deja su cargo. Pero en las siguientes jornadas se llevaron a cabo algunas reuniones en el Consistorio entre el presidente, el alcalde y algún otro padre de un futbolista. Finalmente se llegó al caso comentado tras el triunfo ante el Fabero. «Al alcalde le han comido la cabeza y creo que todo ha sido una pataleta del presidente porque su hijo no jugaba», dice Santín. El entrenador se muestra dolido por lo sucedido, más allá de que se quede sin equipo. «Yo al alcalde casi ni lo conocía. Creo que debiera preocuparse más de acabar el campo que lleva en construcción desde que accedió a la alcaldía y no meterse en estas cosas. Hay más de 50 niños entrenando en un pabellón y jugando en el Polígono porque dejó tirar un campo sin hacer otro. Estoy dolido porque había hecho un grupo muy interesante con una gran calidad humana y todo se ha ido al garete por un capricho del presidente. Los jugadores son todos amigos y aún sin campo y teniendo que comprar los balones, llevan comprometidos desde el primer día». Tras su destitución, dice Santín, «la plantilla amenazó con dejar el club, pero los futbolistas fueron convencidos por el alcalde haciéndoles creer que volvía Santín, que el objetivo era el ascenso y que habría primas por lograrlo». Finalmente la mayoría de los jugadores han optado por quedarse, ya que quieren seguir jugando al fútbol y que de marcharse habrían de hacer frente a una sanción. No obstante, alguno sí que decidió abandonar la disciplina de la Unión.