Dominio total de Volkswagen

Dos pilotos portugueses se impusieron en la primera etapa de la 29ª edición del Dakar. Carlos Sousa, con un Volkswagen, fue el más rápido en los 117 kilómetros de la primera especial, seguido de los cuatro Volkswagen Touareg oficiales, con Carlos Sainz tercero. En motos, la victoria fue para Rubén Faria, que el año pasado ganó la segunda especial y se mostró como el mejor piloto en un terreno arenoso, en el que Isidre Esteve fue el español más destacado, con la tercera posición. Definitivamente fueron 511 los vehículos que iniciaron la carrera en orden inverso a su dorsal, con las motos por delante de los coches y los camiones. La caravana del Dakar la componen 231 motos y 14 quads, 181 coches y 85 camiones, es decir, 36 vehículos más que el año pasado. La participación de motos y quads ha subido en 14, mientras que la de camiones ha pasado de 69 a 85 y los coches siguen en la cifra máxima permitida. En la etapa inaugural, Carlos Sousa, Giniel de Villiers, Carlos Sainz, Ari Vatanen y Mark Miller, todos con Volkswagen, ocuparon las primeras posiciones en automóviles. Dado que el reconocimiento del recorrido no estaba prohibido y que Sousa es portugués, el piloto luso tenía que hacer brillar a su coche en 'casa', lo mismo que Faria en dos ruedas. El pronóstico en este tipo de especial favorecía también a Sainz, que acabó tercero, a 2 minutos y 38 segundos del líder. Carlos Sainz corrió sin asumir ningún riesgo, ya que este año el madrileño piensa en la victoria más que en otra cosa y tiene ya la experiencia del año pasado. Tirón de orejas a Alphand A pesar del dominio del equipo alemán, en Mitsubishi no están preocupados en absoluto. La táctica ordenada por el director deportivo de la marca japonesa en el Dakar, el ex copiloto Dominique Serieys, está basada en la ausencia total de riesgos. Sin embargo, a Luc Alphand le tuvieron que 'tirar de las orejas' por haber perdido más de ocho minutos, después de golpear una raíz y pinchar una rueda por exceso de fogosidad. Guerlain Chicherit, campeón de 'ski' extremo, llevaba unas tablas en el techo de su BMW X3, pero para la primera etapa las quitó y logró la sexta posición, por delante de Nani Roma. Stéphane Peterhansel fue octavo, por delante del BMW X3 de Nasser Al Attiyah y el Pajero MPR 13 del japonés Masuoka. El espectáculo en la primera especial lo puso el americano Roby Gordon con su Hummer. Entre los perdedores de la primera jornada estuvo la alemana Jutta Kleinschmidt (BMW X5), ganadora del Dakar en 2001, que perdió 27 minutos por un problema electrónico. Carlos Sousa reconoció que el conocimiento del terreno le ayudó, y que forzó más de la cuenta, para agradar a la gran cantidad de público presente. «He ganado gracias al público. Lo he hecho por ellos. En teoría, en este tipo de etapas no hay que hacer el tonto, porque te arriesgas a perderlo todo. Tenía muchas ganas de ofrecerles esta victoria. Era impresionante ver a tanta gente. El coche está perfecto. Ya había venido a estas pistas con ocasión de una Baja», destacó el portugués. Las motos, rivales de Sainz Para Carlos Sainz el mayor problema fue adelantar a tanta moto en una pista bastante estrecha. «Había muchísima arena, y además, en un recorrido tan estrecho. Eso ha hecho bastante difícil adelantar a las motos, pero no hay problema. Todo está perfecto para mañana», aseguró el madrileño. El equipo formado por Foj y Vila se quedó atascado en la arena en una parte del recorrido, donde había muchos vehículos parados, y a punto estuvo de no poder seguir adelante. Para salir de la trampa de arena y al estirar con una eslinga, los españoles rompieron una rótula de dirección y un latiguillo del freno, que les obligó a realizar una reparación de urgencia. Así, perdieron 50 minutos y tuvieron que hacer sin frenos los 60 kilómetros que les quedaban para llegar a meta. También hubo dos españoles que no pasaron la verificación y no tomaron la salida desde Lisboa, el quad nº 259 de Eudalo Noe Tubau y el Mitsubishi n° 480 de Azofra/Arregui, que tendrán que esperar al año próximo para participar en la carrera africana. En total fueron seis los vehículos que fueron rechazados. En las dos ruedas, Rubén Faria no dio opción a nadie, llegando por delante de su compatriota Rodrigues, mientras que Esteve fue tercero a cinco segundos. El español Toral sufrió muchos problemas en su moto, y después de varias paradas consiguió acabar la especial, tras ser ayudado por otro participante. La arena y el paso de tantos vehículos hizo que hubiese problemas de alimentación para varios motociclistas. El consumo se disparó hasta los 22 litros a los 100 kilómetros, cuando en Mauritania la media es de unos 16l/100km. Ello hizo que pilotos como Després, ganador en 2005, al final de la especial aflojara el ritmo para no quedarse sin gasolina. «Lo fundamental este año ha sido buscar la seguridad. El recorrido supone dos meses de reconocimientos repartidos a lo largo de ocho meses del año. Primero, dos semanas, y después un mes entero. También he tenido que hacer tres viajes exclusivamente para visitar a las autoridades de los países que atravesamos. Somos los invitados de África, no unos invasores», asegura David Castera, antiguo piloto de motos, que ha sido el encargado de confeccionar el recorrido del Dakar. Este año se ha hecho especial hincapié en la seguridad, con la creación de patrullas de la organización compuestas por seis coches repartidos por el terreno de la etapa. Han hecho una cartografía especial de cada etapa con los peligros de cada una. Incluso la organización ha formado policías locales en las poblaciones de paso, especialmente en el África negra, además de hacer cursos especiales en las escuelas y trabajar para prevenir el comportamiento de los nativos. Eso no sólo sirve para el Dakar, sino para todo el año, ya que los accidentes representan el 10%. De las muertes, incluso la OMS se servirá de este plan diseñado por los organizadores del Dakar para concienciar a la población durante todo el año. Después de la anulación de la etapa entre Nema y Tombouctou, hubo rumores de que el rally tendría dificultades para pasar de Marruecos a Mauritania, como le ocurrió a la Transafricana el mes pasado, que no pudo franquear el muro que separa los dos países. Según Castera ello no afecta al Dakar, que tiene todos los papeles en regla. El ganador español del año pasado, Mar Coma comenzó perdiendo 8 minutos debido a un pinchazo. «Hemos pinchado después de unos 40 kilómetros de carrera. En un recorrido tan corto, eso se paga caro. La jornada ha sido difícil. Es una pena haber empezado así. Pero sólo es el primer día. La carrera es larga hasta Dakar», aseguraba Coma a modo de consuelo. También se quejó del estado de la pista tras pasar tantos participantes. «El orden invertido hace las cosas mucho más difíciles, porque hay que adelantar a todos».