El Madrid busca vender a Ronaldo, Cassano y Robinho en enero
Horas después de que Pedja Mijatovic, director deportivo del Real Madrid, asegurase que el club ya había detectado su problema y proclamase a los cuatro vientos que se iban a tomar medidas, sin especificar cuales, los aficionados y periodistas que a diario cubren la actualidad blanca fueron vetados por Fabio Capello. Desde este martes y hasta nueva orden, todos los entrenamientos de la primera plantilla se desarrollarán en secreto, a puerta cerrada. Sólo el primer cuarto de hora, cuando los futbolistas calientan, tendrá el acceso permitido. Después, las instalaciones de Valdebebas se blindarán para que nadie vea lo que suceda. Capello, tocado tras los varapalos consecutivos ante Recreativo y Deportivo y epicentro de las críticas, prometió a Calderón y Mijatovic, durante la reunión de urgencia del gabinete de crisis celebrada el lunes por la mañana, que pensaba reeditar su versión de sargento de hierro. Su primera determinación pública, empero, no afectó da los jugadores, ni siquiera a quienes, según reconoció Mijatovic de madrugada, han llegado perjudicados a algunos entrenamientos. El ejecutivo merengue no dio nombres de los que supuestamente han desprendido olor a alcohol en el vestuario de la Ciudad Deportiva, pero tampoco negó que Robinho y Ronaldo sean dos de los poco profesionales de la plantilla. Ambos, al igual que el díscolo Cassano, ya se exponen en el escaparate de Concha Espina para las rebajas de enero. En la primera lista negra de bajas para el futuro que ya se maneja, también aparecen ilustres como Raúl y Beckham. Pero el plan de choque decidido por Capello para paliar la crisis pasa, para empezar, por imponer el método de ensayos a puerta cerrada que tanto se utiliza en Italia y también en muchas selecciones nacionales durante Eurocopas y Mundiales. En España, sin embargo, las costumbres son diferentes y los técnicos sólo suelen esconder sus bazas en las sesiones estrategia o de táctica que programan la víspera de los partidos. Los aficionados, normalmente jubilados y chavales sin colegio o que hacen novillos para ver de cerca a sus ídolos, podían acudir a presenciar los entrenamientos de Valdebebas por 6 euros y 3 los niños, con precios especiales para los socios.