Sainz pierde el liderato tras una fuerte tormenta Després gana en motos y Viladoms se rompe un brazo tras caerse
El piloto sudafricano Ginier de Villiers arrebata la primera posición al español, mientras que en motos Marc Coma encabeza la general
«Esta etapa de descanso nos permite a todos los pilotos tomar un pequeño respiro antes de empezar lo duro de verdad, porque a pesar de haber completado una de las etapas más duras, todavía tendremos por delante cuatro días donde casi seguro que se decidirá la competición» El Dakar es implacable. Mauritania vuelve a ser un infierno para los participantes. La organización se vio obligada a recortar ayer la especial 134 kilómetros, para dejarla en 407, debido a una fuerte tormenta de arena. La visión se dificultó hasta tal extremo que los helicópteros de la organización tuvieron que tomar tierra, como consecuencia del caos total generado por el polvo en suspensión, por el fuerte viento que se levantó de repente. A partir del kilómetro 407, los pilotos fueron dirigidos hacia una carretera para llegar a Atar, donde hoy se cumplirá la única etapa de descanso de la carrera. Para equipos como Volkswagen o Mitsubishi llegar a la etapa de descanso en cabeza es muy importante, pero no lo pudo conseguir Carlos Sainz, que acabó en la etapa en la tercera posición. Después de liderar el rally desde que entró en África, el piloto español vio cómo su compañero De Villiers le superaba ayer. El francés arrebató al madrileño el liderato de la general, aunque sólo por 1'40», lo que después de una semana de carrera es insignificante. «Hoy hemos tenido tres problemas. Dos veces nos hemos quedado en la arena y la tercera hemos tenido un problema mecánico. En total, una pérdida de menos de 15 minutos, que hemos recuperado un poco en la llegada. Al final ha sido un buen día. Llegamos a la jornada de descanso bien situados en la general. Lo más interesante es que hemos resistido bien a los ataques de los Mitsubishi», destacaba Sainz al término de la jornada. Por fortuna, Volkswagen no es Peugeot, y Kris Nissen, el responsable del equipo alemán, tampoco es Jean Todt, que en el Dakar de 1987, cuando sus dos pilotos, Vatanen e Ickx, luchaban por la victoria, decidió el ganador echando una moneda al aire. Habrá que ver qué ocurre si los dos pilotos de Volkswagen, Sainz y De Villiers, llegan hacia el final de la carrera separados por un par de minutos, y con Peterhansel a menos de media hora. Fuego en el desierto Ari Vatanen, ganador de cuatro ediciones del Dakar, volvía con Volkswagen y con posibilidades de éxito, dejando el Parlamento Europeo para intentar ganar. Sin embargo, no verá el Lago Rosa de Dakar, ya que su coche ardió en el kilómetro 344 de la especial. El primer día se le inundó el motor en un río en Portugal, y su automóvil ha terminado ardiendo en el desierto. Nani Roma era la gran baza española en coches, aunque enseguida se vio que no tenía muchas posibilidades de victoria después de perder bastante tiempo en el inicio de la carrera. Ayer volcó en el kilómetro 295 de la especial y perdió mucho tiempo en el incidente. La gran anécdota del día fue la que afectó al equipo formado por el portugués Sousa y el alemán Andreas Schultz. Sousa se quedó atascado en las dunas y tuvieron que sacar las planchas para desatascar el Volkswagen. Una vez que arrancó el coche, el copiloto se quedó a recoger las planchas mientras Sousa salía de la duna, alejándose unos cientos de metros. La fuerte tormenta de arena hizo que el copiloto perdiera la referencia del Volkswagen y se quedó tirado en medio del desierto. El español Pedrega, que el año pasado ganó en quads, recogió al copiloto y pasaron más de una hora buscando el coche de Sousa. En motos, la victoria fue para el francés Després, la primera de esta edición, aunque le sirve de poco, ya que Marc Coma sigue con casi tres cuartos de hora de ventaja. «Ha sido una etapa durísima, de mucha navegación y condiciones meteorológicas muy difíciles, con vientos de arena y una visibilidad muy reducida. Ha habido de todo: piedras, pistas de piedras, pistas de arena, dunas... En estos casos lo importante es saber adaptarse a los cambios. El objetivo que se había fijado el equipo era llegar a la jornada de descanso sin problemas», comentó Coma, que hubiese preferido no tener día sin competición. Isidre Esteve está a 10 minutos de Coma, y no parece que la victoria se le vaya a escapar a alguno de los dos españoles. La nota desgraciada de la jornada fue la caída de Viladoms, que abrió la carrera a las siete y media de la mañana, y que tras ganar en la etapa del jueves vio cómo sus esperanzas de llegar a Dakar se quedaban antes de la etapa de descanso con un brazo roto.