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Baloncesto | Liga LEB

Pudo la necesidad del Burgos

El León se deja el liderato en el derbi autonómico en un día muy oscuro de todo el equipo

Publicado por
Álvaro Fraile - burgos
León

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Importante e inesperado tropezón el de Baloncesto León en su visita a la cancha de un motivadísimo Autocid Ford Burgos. El líder de cayó en la pista del farolillo rojo en el derbi regional, en un encuentro vibrante en el que el corazón de los burgaleses se impuso a la calidad y oficio de los jugadores de Gustavo Aranzana. Hay tardes de baloncesto para olvidar. La de ayer es una de ellas para el Baloncesto León. David acabó con Goliat. Y es que los leoneses vagaron por El Plantío como un equipo sin alma ni capacidad de reacción ante el coraje de su oponente, y fueron incapaces de contrarrestar el vendaval de juego de los hombres de Ñete Bohigas desde el perímetro. El Burgos realizó un primer cuarto de ensueño. El cuadro de Bohigas, consciente de todo lo que se jugaba en el envite y con la dosis extra de motivación de medirse al líder, puso toda la carne en el asador. Tras unos primeros compases con intercambio de canastas (8-7) los burgaleses apretaron el acelerador a fondo, jaleados por una afición entregada, con un recital defensivo y un acierto poco habitual en sus transiciones ofensivas. Era la única forma de hincar el diente a los de Aranzana, con un conjunto local al 200% de sus posibilidades y un choque loco de salida. El MVP de la competición, el argentino Lo Grippo, y Esmorís hicieron mucho daño al León en el poste bajo -sólo el primero anotó ocho puntos en una abrir y cerrar de ojos-. Un triple de Morales (11-7) marcó el comienzo del sueño burgalés, que en los últimos cinco minutos se hizo más grande con el Burgos en estado de gracia. Los discípulos de Bohigas, tremendamente ambiciosos, se comieron literalmente a su potente contrincante -que fiaba toda su suerte a los lanzamientos desde el perímetro-, hasta llegar al final de los primeros 10 minutos de juego con un pobre 24-13. Pero la historia cambió por completo en el segundo parcial. El León despertó de su letargo y demostró por qué es el líder. Los locales fallaron estrepitosamente en su intento de consolidar su ventaja. Los de Aranzana, perfectamente conducidos por un Dumas que ganó siempre la partida a Smith y Alvarado, y con un entonado Quinteros desde el exterior, dieron la vuelta a la tortilla. Los visitantes supieron templar los nervios y comenzaron a encontrar el acierto que les había sido esquivo en el arranque del duelo. Poco a poco León fue recortando diferencias hasta que un triple de Bulfoni les puso por delante en el electrónico (28-29). Y ya no se bajaron del carro los de Aranzana, que dominaban por completo el rebote y dejaron patente sobre la cancha la enorme diferencia de calidad que hoy por hoy existe entre ambas plantillas (33-38). Debacle tras el descanso Pero lo peor estaba aún por llegar tras el descanso. Horton falló estrepitosamente un mate cuando quería lucirse y al contragolpe León respondió con un triple que ponía la máxima visitante en el luminoso (33-41). Sin embargo ese fue el principio del fin. Burgos, de la mano de un Juanmi Morales tocado por la varita mágica y el Tony Smith de las mejores tardes acribillaron a León desde el perímetro con un parcial de 16-2 que dio por completo la vuelta al tanteador. Por delante en el marcador ya no incurrió en el tremendo error de caer en la precipitación. Los de Bohigas mantuvieron en todo momento una asfixiante presión defensiva que ahogó el ataque de los de Aranzana. Y es que los leoneses no encontraron nunca la fórmula para frenar a un equipo inspirado y que anotó 30 puntos en este periodo (63-50). En el último cuarto, el Burgos con sólo siete jugadores, no solo mantuvo la renta, sino que la amplió ante un inoperante (71-58). En este punto Aranzana se sentó en el banquillo y dio todo por perdido. Y de ahí al final, llegó la fiesta local.