Diario de León

Piloto leonés en el Dakar

«En dos o tres meses se me olvidará esta desilusión»

El piloto leonés acaba de llegar a León después de participar en su tercer Dakar. Ha tenido que abandonar antes de lo previsto por problemas mecánicos, pero asegura que la ilusión es su motor

El leonés Ramón Gutiérrez posa antes de tomar la salida en Madrid en la edición del Dakar del 2005

El leonés Ramón Gutiérrez posa antes de tomar la salida en Madrid en la edición del Dakar del 2005

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Ana Gil - león
León

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Acaba de regresar a León después de su tercer periplo por el rally más complicado del mundo, el Dakar. Está satisfecho, pero vuelve con un regusto amargo por haber tenido que abandonar antes de lo previsto. El piloto leonés Ramón Gutiérrez explica que este año comenzó el rally con la experiencia que le aportaron sus dos anteriores participaciones y más seguro de sí mismo. «Ya sabía el ritmo que tenía que llevar y lo estaba haciendo bien, iba perfecto hasta la etapa del domingo». Fue precisamente en la etapa entre Atar y Tichit cuando la cosa se empezó a torcer un poco y su sueño comenzó a venirse abajo cuando el freno delantero de su moto sufrió una avería de la que aún no ha conseguido recuperarse del todo. «Eso me rompió el ritmo, hasta entonces me encontraba físicamente bien, la moto funcionaba y no había tenido ninguna caída», confiesa ahora ya más recuperado del disgusto. En el momento del abandono obligado se pensó, incluso, en no volver a intentarlo más, pero ayer ya se mostraba más ilusionado y había olvidado, al menos en parte, la impotencia de ver que se, por causas ajenas a su voluntad, tenía que regresar a casa antes de lo que le hubiese gustado. «En ese momento te sientes impotente cuando ves que la moto no arranca, pasé muchos nervios y sentía la prisa por intentar volver a subirme a la moto y recorrer los cerca de 30 kilómetros que me quedaban para alcanzar el final de la etapa», recuerda Ramón Gutiérrez. Pero se muestra rotundo con respecto a una cuarta aventura por el desierto: «Seguro que dentro de dos o tres meses me volverá a picar el gusanillo y, aunque este año trataré de controlar más las ganas, espero que haya más oportunidades de volver». Asegura que «ahora que ya se ha terminado, te das cuenta de que las cosas te las tienes que tomar con filosofía y que otra vez será», aclara con resignación. Un periplo intenso Ha sido un mes intenso el de Ramón Gutiérrez en el Dakar. Él mismo lo corrobora: «Cuando acabas, terminas harto, pero pienso que volveré a participar porque esto es lo que de verdad me gusta», afirma. Le mueve la ilusión, ese sentimiento que mueve montañas y que hace que Ramón quiera volver a correr el Dakar desde la primera vez que se enroló en la competición. ««Esto es lo que me gusta y lo hago porque realmente disfruto con ello». Este año, Ramón acudía, además, con la idea de terminar la carrera, pero al final se llevó un chasco. No obstante, estuvo allí y eso es algo al alcance de pocos. Alegrías y sinsabores Argumenta que lo mejor ha sido su equipo y la buena relación que ha habido entre todos durante estas semanas. «Tenemos una relación personal excelente y eso es muy importante porque durante ese tiempo ocurren muchas cosas que hay que solucionar entre todos», dice. Lo peor: «Esos momentos de rabia cuando ves que se llevan tu moto en un helicóptero, esa sensación de decepción y el hecho de saber que tienes que decir adiós y abandonar esas imágenes tan bonitas que caracterizan al Dakar». Todavía quedan tres días para el final y Ramón, como otros muchos, ya tiene su favorito. «Marc Coma es el número uno indiscutiblemente, se muestra muy seguro, arriesga y está muy por encima de los demás pilotos. Tiene la victoria en su mano, salvo que en estos últimos días le surja algún imprevisto mecánico». Ramón Gutiérrez ya tiene puesta la mirada en la siguiente edición del Dakar. Ganas no le faltan.

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