El MP4/22 de Alonso se avería en el primer test
«Doy un notable al coche», dice el piloto tras su entrenamiento
Fernando Alonso vivió su primer día como piloto McLaren ante 7.000 espectadores que no cesaron de aclamar al bicampeón del mundo desde la tribuna del circuito valenciano de Cheste. El asturiano marcó el mejor tiempo de los tres coches que rodaron en el trazado valenciano (Heifeld y Kubica, con los BMW, eran los otros pilotos presentes), con un registro de 1m12.053 tras rodar 57 vueltas, no exentas de emociones. Alonso se puso por primera vez el mono de trabajo como piloto de McLaren cien por cien y comenzó su sprint de quince días para preparar la temporada que comenzará el 18 de marzo en Australia. El asturiano ya viaja en un Mercedes CLS AMG y poco a poco se va integrando en su nuevo equipo. Aún no conoce por su nombre más que a su ingeniero y eso de ser el campeón del mundo parece que impone respeto en la escudería británica, ya que casi no le dirigen la palabra por respeto. «Los mecánicos no se atreven a preguntarme cómo va el coche ni nada. Parece que me tienen mucho respeto», comentó Fernando Alonso tras los entrenamientos, en los que pasó bastante tiempo en los boxes, especialmente tras el susto de la jornada, cuando una estela de humo salió de la parte posterior del coche e hizo soltar las alarmas. La fuga de aceite necesitó de 50 minutos para ser reparada, pero cuando Alonso volvió a la pista marcó el mejor tiempo del día, tras una tanda de doce vueltas consecutivas. La confrontación entre BMW y Mercedes se saldó con victoria de Alonso, y eso era lo importante para la marca de la estrella. La semana que viene Alonso volverá a Cheste durante tres días para proseguir la puesta a punto del monoplaza e intentar mejorar los tiempos. Debido al cambio de reglamentación de los neumáticos, los tiempos no se podrán acercar al récord de la pista valencia, que está en manos del británico Davidson desde marzo del año pasado con el Honda: 1:08.540. Alonso estaba sudoroso y sonriente tras acabar la jornada. En sus ojos se notaba un brillo y la ilusión de que se puede luchar por el título mundial, aunque no quiso echar las campanas al vuelo. «El coche va bien. Vamos a darle un 8. Estamos cerca, pero hay que llegar al cien por cien a Australia. Hemos tenido pequeños problemas que siempre surgen y que te pueden retirar de una carrera y hay que buscar la fiabilidad al máximo. Hay algunas mejoras que van a llegar a mitad de febrero, respecto a aerodinámica, motor, frenos... Habrá que esperar a ellas», apuntaba Alonso. El ovetense no quiso desvelar los defectos que había visto en el McLaren, pero insistió en que «se puede mejorar». «Hay áreas para la mejora y ellos saben dónde están los problemas. Este no es el coche que va a comenzar en Australia», aclaró. Alonso desveló que al final de los entrenamientos había ido al límite para ser el más rápido «de milagro». En las últimas vueltas cogió confianza y se declaró «feliz» por haber acabado primero: «Aunque me gusta ganar hasta en los entrenamientos, el objetivo de la sesión no era ser rápido, sino probar el coche».