El Garbaprom vuelve a ejercer su condición de «matagigantes»

El Garbaprom Bembibre PDM se impuso ayer merecidamente a uno de los gallitos de la categoría como el Real Canoe Natación Club que aspira con fundamento al ascenso a la División de Honor. Lo cierto es que se esperaba un partido más complicado de lo que finalmente aconteció ante las madrileñas, sobre todo por la ausencia de Estela, la recuperación de Esther y las dudas que generaba Irene Salgado que en el entrenamiento del pasado jueves parecía descartada para esta confrontación. Sin embargo apareció incluida en el quinteto inicial de Beatriz Pacheco, acusando molestias y aún así sería la jugadora más destacada del partido. La victoria bembibrense se fraguó en un tercer cuarto magistral, donde un parcial de 22-7 dejaba a las canoístas en una desventaja de quince puntos y al borde del k.o. En la primera mitad el encuentro se movió por unos parámetros de igualdad que se rompían con algunas alternancias en el marcador donde ambos equipos tuvieron sus ventajas que nunca llegaron a superar los cinco puntos, lo que equilibraba el partido a 28 puntos al descanso. Las imprecisiones en ambos conjuntos eran la tónica durante toda la primera mitad, intentando las bembibrenses imponer su velocidad en todas las acciones y contraponiendo las visitantes un ritmo más pausado. Al inicio de la segunda mitad el apretón en defensa de las locales dejó sin respuesta a sus rivales, que sólo lograban anotar siete puntos durante estos diez minutos del tercer cuarto, cuyo marcador final era de 50-35 para las de Bea Pacheco. Se veía un Real Canoe desmotivado, falto de recursos y también de actitud. Todo lo contrario mostraba el Garbaprom, luchando con intensidad y dispuestas para sufrir en defensa y con fluidez en ataque. Con esa clara diferencia para las locales, ambos equipos afrontaban el último acto en el que se cambian las tornas. Las amarillas del Canoe imprimen más velocidad para tratar de acortar las diferencias y el Bembibre ralentiza su juego ante la renta conseguida, manteniendo un ritmo más acorde con sus necesidades. Ante los malos porcentajes de tiro de las madrileñas, éstas inciden o basan su juego en sus pívots logrando cargar con cuatro faltas a Sarr y Alicia, que apenas pueden defender con intensidad a sus pares. Esto les dio resultado y así se colocaron cinco abajo a falta de un minuto para el final (60-55). Por fortuna la victoria ya no se les iba a escapar a las bercianas, demostrando así su condición de matagigantes al derrotar a un equipo que aspira a la máxima categoría. Con todo y con eso, la entrenadora sólo habla de permanencia porque todavía no está asegurada matemáticamente.