Fútbol | Primera División
El Villarreal frena al Madrid
El equipo de Capello sigue huérfano de fútbol y cae ante un rival que fue superior
El canterano Marcos, un chaval que todavía no ha cumplido 20 años, rompió con su clase y desparpajo, y con un gran gol con su prodigiosa zurda, a un deprimente Real Madrid, que soñaba con acostarse líder y sufrió la primera derrota de su historia ante el Villarreal, la sexta de los blancos ya en la Liga. Marcos fue una pesadilla para Sergio Ramos y toda la defensa del Madrid, cuyo líder, Cannavaro, estuvo a punto de lesionar de gravedad al joven extremo ibicenco en el minuto 90, cuando el italiano pisó su tobillo y dio una muestra más de la impotencia de un equipo en situación crítica. El Madrid, huérfano de fútbol, también cayó ante un Villarreal superior, que pudo conseguir un resultado más abultado frente a un equipo al que con Capello ya sólo parecen quedarle ganas de pelear, porque está tieso de fútbol y también de goles, sin ninguna resolución arriba. Ya mereció más en la primera parte un Villarreal que dominó a un Madrid nulo en fútbol que se vio superado por la velocidad, toque y profundidad de los locales. Con Gago desaparecido en el medio campo -y con una lesión muscular al final- en un duelo de altísimo ritmo en el que destacó el atrevido Marcos, que dejó siempre en evidencia a Sergio Ramos, el Madrid no tuvo la pelota, pero aun así dispuso de dos oportunidades frente a Viera, de Robinho e Higuaín. El Madrid sufrió demasiado ante la rapidez del Villarreal y, sobre todo, ante el trío formado por Marcos por la banda izquierda, Matías Fernández de enganche y Forlán en punta. Los desbordes y los balones en profundidad convirtieron de nuevo a Casillas en el héroe del Madrid, aunque no serviría de nada. El meta blanco evitó un gol de Marcos a los 12 minutos, cuando el duelo aún no tenía dueño pero ya se atisbaba más control y calidad del Villarreal, y estuvo inmenso en una jugada en la que participaron Forlán y Cani y que terminó por estropear Matías, casi en el área pequeña y con toda la portería para él. Preparado más para defender que para crear, y aun así dejando demasiados huecos atrás, el Madrid volvió a se el equipo de siempre, con más espíritu luchador pero con las mismas carencias futbolísticas. Y tuvo que dar antes del descanso las gracias al fallo del chileno en un gol cantado. La segunda mitad fue más equilibrada,línea ofensiva. El Madrid no podía aspirar a ganar en El Madrigal, aunque tampoco parecía tener ninguna intención pese a estar, según parece, jugándose el título.