Año de nieves, año de bienes

QUE GANAS teníamos todos los leoneses de meter calor de verdad en nuestros hogares, y de poder celebrar un título de nuestro equipo de baloncesto. Hoy lo único que puedo decir es gracias por no dejar que la noche del sabado 27 de enero fuese una noche en la que no puedes dormir pensando en la oportunidad de poder disfrutar de ganar una final. Gracias por hacer de una noche de invierno una noche de calor y de sentimientos de alegría e ilusión. No me cansaré de dar las gracias pues debajo de esa camiseta había corazón y garra para poder ser merecedores de levantar ese trofeo que ocupará un lugar especial entre todos los leoneses. El partido no fue tan fácil como refleja el marcador final y aunque la salida fue buena el rival nos enseñó que también quería llevarse el título, pero la Gustavina del descanso sigue dando sus frutos y el equipo se apoyó en la defensa como su mejor aliada, dando así un rumbo diferente a la final. Y también se logró el éxito por la certera aportación de los jugadores en el manejo del tiempo del partido. En esta noche del invierno, los jugadores han dado mucha alegría a esos leoneses de nuestros pueblos que bien por la radio o por la televisión siguieron con emoción a ese grupo de paisanos que animaban con fervor a nuestro equipo. Ya lo único que nos queda es ir a recibir a nuestros muchachos y ovacionarlos como sólo la afición de León sabe hacerlo.