Pichi salió airoso en la apuesta arriesgada de contar con Cifu

Era el comentario generalizado en la grada cuando saltaron los jugadores a realizar los ejercicios de calentamiento. Allí estaba Dani Cifuentes y no Toñín, que era el presunto titular y al que a este paso le va a costar Dios y ayuda salir algún día en casa desde el principio. Hasta Carletes puede amenazar su titularidad. El caso es que luego se supo de la lesión que sufría el canterano y ahí Pichi tenía una disyuntiva. Dar el puesto a Chupri o bien atreverse con un Cifu que había llegado a la ciudad unas horas antes. Abogó por ésta última y dejó al palentino postergado en el banquillo. Más allá de una circunstancia casual, su decisión lleva implícito el mensaje de que Chupri va a jugar lo justo en este equipo. Tal vez se esté favoreciendo su salida del plantel antes de que el miércoles se cierre el mercado invernal. El caso es que la apuesta le salió bien al técnico porque Cifuentes se comportó como aquel que lleva medio año jugando con el resto del equipo y eso que a la mayoría de sus compañeros los conoció en el vestuario, minutos antes de conocer su titularidad. Hay que darle su mérito a un Pichi al que otras veces se le niega. Claro que todo en el fútbol va en función de los resultados. Y ayer acompañó. Ahí radica la principal diferencia de este partido con relación al del Alavés. Raponi le pegó los dos días, pero ayer entró la bolita y dos veces además. Nacho no le pega casi nunca y ayer marcó de rebote. Y bueno, el gol de Nabil, como el dijo, además de un golazo también tiene un gran componente de fortuna, pero vale igual. Lo único importante es que se ganó.