«Podéis llamarme genio»

Además de por su espléndido juego, Roger Federer destaca por ser un deportista que en absoluto presume de sus conquistas. Esta vez, sin embargo, sorprendió en la rueda de prensa al decir: «Creo que soy el mejor jugador del mundo y podéis llamarme genio porque me impongo a muchos de mis rivales, a cada uno de forma diferente, ganando incluso sin jugar lo mejor que sé». Sobre su duelo con Fernando González comentó: «Tuve que adaptarme a su juego, que ha cambiado; reconozco que debió ganar el primer set, aunque eso no hubiera sido un problema. En aquellos momentos me decía a mí mismo: 'Sé agresivo. No le concedas puntos gratis'. En todo caso pienso que mis decisiones en la pista siempre me parecen correctas y por eso es tan difícil ganarme». Admitió que Rafael Nadal es el jugador a batir en Roland Garros. «Creo que físicamente es muy fuerte y ha crecido sobre tierra batida. Después de ganar 60 partidos seguidos en ese terreno tiene una gran confianza y sabe cómo hay que jugar». Rechaza retirarse a corto plazo, «aunque nunca se puede decir eso con seguridad». «Espero jugar por lo menos hasta los Juegos Olímpicos de 2012 en Wimbledon. Ese es mi objetivo, y en cuanto a los Grand Slams, lucharé por acercarme a los 14 títulos de Sampras», aseguró. Y es que el Open de Australia 2007 echó ayer el cerrojo de la forma más brillante, con un tercer triunfo del asombroso Roger Federer, en una final durante la cual controló siempre al chileno Fernando González, que a causa del gran esfuerzo que tuvo que realizar forzado por su rival, acabó tocado, con problemas en su espalda. La victoria del suizo se produjo en dos horas y 20 minutos por 7-6 (2), 6-4 y 6-4. Este nuevo éxito en su carrera le reporta unas ganancias de 1.281.000 dólares australianos. Federer incrementa a 10 sus títulos de Grand Slam y se aproxima a los 14 que consiguió en su momento el americano Pete Sampras. Con su decena de títulos Federer iguala, a sus 25 años, el registro obtenido en su día por el norteamericano Bill Tilden. El de Basilea obtuvo el triunfo sobre el noveno jugador del mundo, estableciendo así su victoria consecutiva número 36, su mejor marca. Roger ya es, como Serena el día anterior, tricampeón de Australia. Frente al combativo Fernando González, que al principio acusó el nerviosismo, Federer impuso la ley de su inteligencia y poderío por la puesta en práctica de todos sus envidiables recursos. Cerró el partido con un extraordinario revés. Si en el primer set el marcador se movió con alternativas constantes hasta el desempate, en los dos siguientes el suizo logró la ruptura una vez en cada manga. Fernando González tuvo dos bolas de set en el décimo juego de la primera manga. No supo, sin embargo, aprovecharlas, como tampoco Federer las cuatro que se le presentaron en el duodécimo juego. El helvético necesitaría de una quinta oportunidad, en el octavo punto del 'tie break', para adjudicarse el primer episodio. El partido, en un tono muy elevado, discurrió fundamentalmente bajo el mando de un Federer pleno de confianza en sus golpes. Logró 45 ganadores por los 31 de González.Una vez más, Federer encandiló por la belleza de su tenis, un juego que ya no se estila.