Fútbol | Primera División
El Barça recuperacrédito a costa de un triste Celta
Los azulgrana conservan el liderato de la Liga tras culminar uno de sus mejores choques
El Barça conservará el liderato de la Liga tras culminar su mejor partido de las últimas semanas que le permitió sumar una nueva victoria, esta vez ante el Celta. Los azulgrana dieron el primer signo de clara mejoría para seguir en lo más alto de la clasificación gracias a un triunfo que se complicó mediada la segunda mitad. Rijkaard llevaba varias semanas planeando la vuelta a los orígenes. El retorno a la esencia debía ser paulatino. La dolorosa derrota ante el Espanyol activó la alarma del técnico holandés. Visto el desastre organizativo, la primera misión pasaba por recuperar el orden. Bastaron tres minutos para contemplar los dos signos inequívocos del fútbol azulgrana. En ese corto espacio de tiempo los azulgrana circularon el balón con rapidez y presionaron con insistencia a la zaga rival. No se trató de un espejismo. El Barça le recordaba al Camp Nou que su magia sigue viva. Todo ello ante un rival bien posicionado que fundaba sus esperanzas en ganarle la espalda a la zaga rival. El Barça se movía con criterio, más obcecado en evitar pérdidas peligrosas que pudieran generar la contra del Celta que en lanzarse a loco a por la portería viguesa. Ese control también pasaba por un recuperado Ronaldinho. A la tercera llegó un merecido premio gestado con una buena dosis de paciencia y con mucho criterio. Otra colada de Gio con un medido centro le bastaría a Saviola para, ante la pasividad de Lequi, machacar la meta celtiña. Con la ventaja siguieron concentrados. Sin perder la compostura. Sin alardes pero generando acciones de peligro e impidiendo cualquier acercamiento del Celta. Así transcurría tras el descanso. Pinto desviaba sendos disparos de Deco y de Ronaldinho, hasta que el duelo se adentró en los polémicos derroteros arbitrales. Dos penas máximas regaladas. El Barça ya se había revolucionado tras el tanto vigués. El ansía por buscar el empate benefició la sentencia azulgrana en una larga carrera de Giuly, que solventó con acierto la desesperada salida de Pinto.