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La Deportiva pinta de otra manera
El optimismo ha vuelto a Ponferrada después de comprobar la aportación de los nuevos refuerzos y eso que algunos acaban de aterrizar y otros todavía ni siquiera han llegado
En el mundo del fútbol siempre se repite aquello de que un jugador, o incluso dos, o tres, no hacen un equipo. Y es verdad, porque al final los resultados son el fruto de un trabajo colectivo que exige la aportación de todos, los que empiezan en el campo y los que salen desde el banquillo o incluso de aquellos que empiezan en la grada. Sin embargo, en ocasiones el grupo agradece la aportación de futbolistas que llegan a la plantilla como un soplo de aire fresco cuando más complicadas están las cosas. Estos jugadores son capaces de crear unos estados de ánimo diametralmente opuestos a los que se vivían hasta la fecha y al final su aportación en el terreno de juego reporta un componente más sicológico que simplemente futbolístico. En el caso que nos ocupa, la Sociedad Deportiva Ponferradina parecía atascada de un tiempo a esta parte en lo que a su capacidad ofensiva se refiere. Al final, el fútbol son goles, ya se sabe. Si no llegan, las exquisiteces sirven de poco porque los puntos no se acumulan en el casillero propio y sí en el de los enemigos directos en la lucha por los objetivos. Por eso todo el entorno blanquiazul ha parecido imbuirse del efecto protagonizado por la llegada de algunos jugadores que ofrecen unas prestaciones distintas justo en el ecuador del campeonato. Por eso, gente como Nabil Baha, Dani Cifuentes y, en menor medida aún porque ni siquiera ha podido debutar, David Ramírez, han llegado a la entidad como ese sorbo de agua fresca que se hace indispensable cuando el paladar queda seco. Al equipo le hacían falta goles y el sábado hizo cuatro. Nabil sólo marcó uno, pero su sola presencia pareció reactivar la esperanza de un equipo que se iba quedando sin argumentos con el paso de los partidos. Se había visto en los entrenamientos que el delantero nacido en Francia pero con raíces magrebíes, podía ser la solución a los problemas ofensivos del equipo. Y así fue. Sin embargo, es importante reparar en el hecho de que fueran otros dos futbolistas los que pusieran al equipo en el buen camino esta vez. Nacho y Raponi necesitaban de una actuación semejante porque el componente anímico se antoja vital de ahora en adelante. Y los dos habían sufrido en silencio porque sabían que podían ofrecer más recursos a un conjunto que les necesita a tope. Ahora la Deportiva ya se ha convencido de que puede golear porque antes lo merecía y no era capaz de rubricarlo en el campo. Si la llegada de los nuevos surte el efecto que empezó a detectarse este sábado, será la mejor señal de que los técnicos han dado con la tecla correcta esta vez. Y todo eso cuando «el Gato Ramírez» todavía está inédito y cuando se vaticina la llegada de otro delantero más para suministrar la pólvora que hasta ahora se echaba en falta. Hace falta saber hasta dónde será capaz de llegar esta Deportiva de nuevo rostro de aquí a junio. Lo bueno de todo es que resta media liga por delante y que los puntos de desventaja con respecto a los puestos que dan la tranquilidad son mínimos. Y más para una entidad acostumbrada a protagonizar remontadas increíbles como aquelle que le dejó en Segunda B tras haber recuperado la categoría y después de pasarse en puestos de descenso 37 de las 38 jornadas del campeonato para emerger el último día cual ave fénix que huye del descenso. Pichi parece ir acumulando en su poder las armas que venía reclamando, pero nadie debe olvidar, como bien comentaba ayer mismo el propio presidente, que serán todos los componentes de la plantilla los que acaban sacando al equipo de la delicada situación en la que todavía se encuentra. Los nuevos deben aportar su granito de arena, de hecho ya lo están haciendo, pero la temporada es larga y los jugadores que ya estaban aquí han demostrado su valía en multitud de ocasiones. A veces un golpe de la fortuna hace infinito lo que antes era una diferencia inapreciable entre el fracaso y la victoria. Esa sutil fluctuación es la que debe aportar toda la plantilla y más después de ver en la zona alta de la tabla a equipos que no demostraron ser mejores que ellos. La salvación no es posible sin fe y aquí de eso sobra. PARTIDO FECHA Numancia-Deportiva 4 febrero Deportiva-Sporting 11 febrero Las Palmas-Deportiva 18 febrero Deportiva-Ciudad de Murcia 25 febrero Poli Ejido-Deportiva 4 marzo Deportiva-Xerez 11 marzo Valladolid-Deportiva 18 marzo Deportiva-Lorca 25 marzo Salamanca-Deportiva 1 abril Elche-Deportiva 8 abril Deportiva-Málaga 15 abril Real Madrid-Deportiva 22 abril Deportiva-Vecindario 29 abril Tenerife-Deportiva 6 mayo Deportiva-Murcia 13 mayo Almería-Deportiva 20 mayo Deportiva-Cádiz 27 mayo Castellón-Deportiva 3 junio Deportiva-Hércules 10 junio Alavés-Deportiva 17 junio