Diario de León
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Un gol del ruso Kokchárov en el último segundo frente a Hungría determinó que España afronte el duelo de cuartos de final más dramático posible: frente a Alemania en el Colonia Arena (hoy, 17.30 h., La 2) con capacidad para más de 20.000 espectadores. Y, si gana, el peor hueso en la semifinal contra el vencedor del Croacia-Francia. Una victoria magiar o un empate hubieran enviado a la selección de Juan Carlos Pastor a la lejana Hamburgo para enfrentarse a un rival quizá menos temible, Islandia o Polonia, respectivamente, pero con las molestias de viajes largos y una semifinal eventualmente menos difícil. Cambios de lotería La última jornada de la segunda fase del Mundial escenificó la desventaja del nuevo sistema, que añade una eliminatoria de cuartos de final. Ésta será muy emocionante, sin duda, pero a costa de transformar los cruces en una lotería, con equipos a los que no les beneficiaba ganar. Además, siete selecciones (todas menos Alemania, designada por decreto a Colonia para lo que resta de campeonato), más su correspondiente séquito de aficionados, directivos y periodistas, no supieron hasta última hora de la tarde si debían viajar a Hamburgo o Colonia a la mañana siguiente. El lío de cambios de reservas de hoteles y viajes fue monumental. Juan Carlos Pastor, que volvió a restar importancia al hecho de jugar ante más de 18.000 aficionados germanos, ya que, como aseguró, «eso nos servirá para salir más metidos en el partido», tampoco se mostró preocupado por la presión que el público pudiese ejercer sobre la pareja arbitral.

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