La resaca de la Copa
El relevo generacional reabrirá las puertas de la selección a Paolo
La exhibición realizada por Quinteros en el torneo no ha pasado desapercibida en su país «Creo que ahora todo será distinto, me he liberado de mucha presión»
La Copa del Príncipe tiene un nombre propio en el Climalia León, el del escolta argentino Paolo Quinteros, que realizó toda una exhibición de su talento y de sus posibilidades sobre la cancha en los dos partidos disputados en Melilla. Su decisiva participación en el equipo no ha pasado desapercibida en su país y son varios los medios de comunicación argentinos que se han hecho eco de su papel en la Copa y que están solicitando material a los medios de León. Y es que Quinteros es muy conocido en su país tras ganar en los últimos años todo lo que estuvo a su alcance, y ahora se considera que su regreso a la selección argentina será un hecho cuando se afronte el relevo generacional previsible antes de los próximos torneos de máximo nivel. Paolo se quedó a las puertas del último Mundial de Japón. Fue el último descarte de Sergio «La Oveja» Hernández de la lista definitiva de jugadores que se llevó al torneo en el que España consiguió el histórico oro tras ganar precisamente a Argentina en semifinales, en el partido más duro del Mundial. El escolta había manifestado reiteradamente que aún no estaba satisfecho con su trabajo en el Climalia León y este fin de semana ha conseguido inscribir su nombre en la historia del club, como el gran protagonista del primer título nacional del club, en un torneo en el que se llevó la designación como jugador más valioso (MVP) por sus excelente números, que aderezó con un gran trabajo en las penetraciones, en la presión sobre los rivales e incluso cuando el tocó subir el balón. Quinteros mantiene tras la disputa de veinte partidos de liga una media de 14,2 puntos por partido y una valoración de 12,1 puntos. En la Copa elevó sus registros hasta 25,5 puntos y 24 de valoración, principalmente por su auténtica exhibición de muñeca. Anotó 13 de 16 en triples, un registro que supone un nivel de acierto de más del 81%. El escolta llegó allá por el mes de agosto al Climalia León para vivir su primera experiencia en Europa. Aseguró que quería asentarse en el baloncesto español y de momento ya se ha ganado el que varios equipos hayan enviado ojeadores a los partidos para seguir sus evoluciones de cerca. De momento está muy satisfecho en León y no oculta su felicidad por el recibimiento del domingo en el aeropuerto de La Virgen, donde todos se querían fotografiar con él. «Me sorprendió muchísimo ver a tanta gente alentándonos, fue todo muy lindo».