Diario de León
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MARTÍN
León

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PRESAGIO es señal que indica, anuncia o previene un suceso favorable o contrario. Consecuentemente el triunfo del Climalia León en la Copa del Príncipe es un presagio bueno, en tanto la derrota de la Cultural en el Amivilia ante el C.D. Logroñés es un mal presagio. Extraordinario rédito el sacado por Baloncesto León con la conquista de la Copa del Príncipe; lleva a sus vitrinas el primer trofeo logrado en una competición nacional a lo largo y ancho -y si es mucho el largo, también lo es el ancho- de sus más de cinco lustros de existencia, con la añadidura sustancial y sustanciosa de actuar como resonancia, muy positiva, en la campaña publicitaria de la marca que acaba de llegar a patrocinarle, algo muy importante; porque esencialmente los patrocinadores buscan el beneficio de sus aportaciones en la Publicidad. Pero hay bastante más, en lo deportivo, en el empeño laborioso, sin desmayo, -a pesar de haber sido muchos los intentos y otros tantos los «fracasos»-, de volver a la ACB, a la máxima categoría del baloncesto nacional. Un síntoma talmente positivo; porque en el torneo copero participaron equipos que pretenden el mismo objetivo, tales como el Lobos y Los Barrios, y el éxito está positivamente adjetivado pro los tanteos amplios conseguidos en la victoria; amén de la circunstancia, muy a tener en cuenta, de haberlo cosechado en cancha neutral, en Melilla. Ancho campo verde para el Climalia León que no puede iniciar con mejor y más seguro paso su andadura; presagio que anuncia, indica o previene un suceso favorable, nada más y nada menos que el ansiado ascenso. Tal es la interpretación positiva, hecha sobre fundamentos reales. Felicidades a toda la gran familia del Baloncesto leonés, principalmente a los técnicos y a los jugadores. Esta semana vuelve la Liga, con un desplazamiento nada fácil a Huelva; orillando las celebraciones, habrán de centrarse en la competición liguera, camino hacia el objetivo deseado. Mal presagio la derrota de la Cultural ante el C.D. Logroñés, por la derrota en sí, la forma en que fue encajada y por haber sido un contrario directo, de momento, para la consolidación de la categoría, objetivo menor -¡dónde hemos llegado!- a conseguir. Mal partido. Posiblemente la presión llenó de nervios a los jugadores que acusaron una cierta desorientación, carencia de juego y de confianza. Dos goles que contaron con la colaboración destacada de los culturalistas. Ocasión perdida de comenzar a conjugar el verbo rectificar. Secuencia negativa del presagio indicando la tangible posibilidad de un suceso totalmente desfavorable que ni siquiera quiero definir. Y es el caso, Señor, que a pesar de todos los pesares, la Cultural aún descendiendo dos lugares en la clasificación, se encuentra a la misma distancia del premio -la participación en la fase de ascenso- y del pozo negro del descenso; a siete puntos de la promoción de ascenso y a cuatro del vértigo del descenso, señal inequívoca de que otros equipos, que estaban en la misma situación, fallaron también. Ahora bien, evidentemente es menor el número de equipos que se encuentran debajo. Tiempo de meditación, serena pero muy activa; tiempo de buscar, con la rapidez que el caso requiere, positivas soluciones; Porque -quiero ser optimista- aún es tiempo de rectificar.

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