La afición berciana tomó Los Pajaritos pero al final se fue desencantada

La primera comparecencia de la Ponferradina en Castilla y León se presentaba como una ocasión propicia para que los fieles blanquiazules se pusieran en ruta para meterse casi mil kilómetros entre pecho y espalda con tal de estar al lado de su equipo. Así fue como la capital soriana registraba, ya desde el sábado, la presencia de numerosos seguidores ponferradinos a los que se sumarían ayer otro centernar llegados en su mayoría en los dos autocares fletados por «La Bota Berciana» y «Frente Norte», aunque también hubó quien prefirió viajar en sus coches particulares. Todos fueron ubicados en uno de los fondos del estadio, lo cual resultó favorable para que pudieran dejarse notar en mayor medida que si estuvieran dispersados como ocurrió en Gijón, que hasta la fecha ha registrado el mayor desplazamiento de aficionados en Segunda División. Entre los fieles blanquiazules se encontraban algunos a los que se echaba en falta desde la pasada campaña cuando el equipo militaba en Segunda B, especialmente los asiduos en las visitas al País Vasco. Es lo que tienen los desplazamientos tan lejanos que tocan esta temporada. La afición estuvo en todo momento apoyando al equipo y dando réplica a los seguidores numantinos que eran mayoría, evidentemente. Los jugadores blanquiazules, a falta de poder ofrecer un buen resultado, al menos tuvieron la gentileza de agradecerles su apoyo cuando el árbitro decretó el final. También en el palco había representación berciana, encabezada por el propio presidente Silvano. Allí también se encontraba el comisario provincial de Soria, José Luis Merediz, que está a punto de jubilarse y que tiene pensado fijar su residencia en Ponferrada, donde estuvo ocho años ejerciendo la máxima responsabilidad en la comisaría de policía. No faltó Nino Cubelos, con pasado en ambos clubes.