Balonmano | El Mundial ya es historia
Alemania conquista su tercera corona mundial ante Polonia (29-24)
Los polacos estuvieron cerca de amargar la gran fiesta germana pero la presión les pudo
Los germanos con coronas en sus cabezas y bigotes a semejanza de su técnico, celebrando el título
Alemania ganó su primer oro en el Mundial desde 1978 -el tercero en su palmarés- al derrotar con ciertos apuros en la final a Polonia, que no supo dar la puntilla tras ponerse a un gol en pleno bache germano. Contrariamente a lo ocurrido en los cuartos de final con España y en la semifinal con Francia, los árbitros no influyeron en el triunfo, que desató una fiesta nacional en un país apasionado por el balonmano. La pájara de los alemanes llegó tras la lesión de su magnífico portero, Fritz, sustituido por Bitter en el minuto 36, con 20-14 a favor de los anfitriones. Sus compañeros fueron incapaces de aprovechar dos exclusiones simultáneas por dos minutos de los polacos y se agobiaron aún más cuanto estos remontaron, hasta el 22-21 a falta de 14 minutos. Pero entonces surgió la figura de Bitter, cuyas meritorias paradas, así como las numerosas imprecisiones de los polacos, evitaron una tragedia nacional. Algunos medios germanos especulaban ayer con la retirada del seleccionador germano, Heiner Brandt, convertido en un héroe tras diez años de trabajo.