El león indomable se queda solo

Está claro que Samuel Eto'o nunca cambiará. Su fuerte carácter le persigue. Su incapacidad para medir las consecuencias de sus actos le convierten en un león indomable. Una carencia de autocontrol que le volvió a meter en una situación comprometida este pasado domingo tras su negativa a jugar los cinco últimos minutos del partido ante el Racing de Santander. Ayer, entrenó solo. Y mientras sus compañeros estaban en Camp Nou, él se quedó en el gimnasio. El jugador camerunés está todavía pendiente de charlar con el entrenador Frank Rijkaard para explicarle los motivos de su negativa a entrar a jugar en el partido. No es ni será el último desplante del internacional camerunés como jugador del Barcelona. Esta temporada acumula dos de proporciones considerables. Durante la Supercopa ante el Espanyol, Eto'o se marchó a su casa tras ser sustituido en el descanso del partido de vuelta disputado en el Camp Nou. Su reacción quedó olvidada tras disculparse ante sus compañeros. Medio año después, otra falta de respeto le sitúa en el disparadero aunque sus compañeros intenten escudarle por el nerviosismo que tiene el jugador tras estar más de cuatro meses parado. «Es normal que saliendo de una lesión tenga ansiedad y quiera jugar muchos minutos», afirmó Víctor Valdés tras la sesión preparatoria de este lunes en la que Eto'o no participó ya que, según la versión oficial del Barcelona, estaba haciendo una sesión de recuperación en el gimnasio. Valdés restó importancia al desplante de su compañero aludiendo que, dentro del grupo, «se necesita gente con ese carácter». El portero catalán desveló que los jugadores no han recibido ninguna disculpa del camerunés. «Samuel siempre ha estado a nuestro lado y siempre habla con nosotros. Sabiendo como es, seguro que nos hablará, pero creo que no nos tiene que dar explicaciones», señaló para apostillar que al único que le debe ofrecer alguna explicación al respecto es a Frank Rijkaard. ¿Paciencia inquebrantable? Fue el propio técnico holandés el que desveló la negativa de Eto'o durante la rueda de prensa posterior al partido contra el Racing. Una actitud poco habitual en el entrenador azulgrana ya que normalmente prefiere pasar de puntillas por los temas más peliagudos que afectan a su plantilla o al club. No obstante, esta vez abordó sin excusas la negativa del camerunés quizá cansado de los desplantes de uno de sus jugadores estrella. A Rijkaard ya le ha tocado vivir alguna situación incómoda con su goleador ya que en alguna ocasión le ha negado el saludo cuando el holandés le ha sustituido. Pese al último co ntratiempo, el técnico holandés no teme por la unión del grupo en el tramo más decisivo de la tempora da. Sabe que la plantilla conoce de sobras el carácter de Eto'o. Sus compañeros valoran su competitividad y ocultan sus malas artes. Y es que el camerunés pierde los modos tanto con sus propios compañeros como con los rivales. Hace dos temporadas, durante la celebración en el Camp Nou de la primera Liga de la era Rijkaard, Samuel Eto'o entonó un despectivo cántico hacia el Real Madrid, del que después tuvo que desdecirse. Otra muestra más del carácter indomable del camerunés.