Eto'o incendia el Barça
El camerunés sentencia que Rijkaard es una mala persona y Ronaldinho un mal compañero El club deja el caso en manos de Rijkaard y Begiristain
Samuel Eto'o incendió ayer todos los estamentos del Barcelona con unas explosivas declaraciones. El camerunés perdió el control en el peor momento de la temporada. Su verborrea le jugó una mala pasada. Sus críticas contra Ronaldinho, Rijkaard y el ex vicepresidente Rosell rompieron la tranquilidad de un grupo sin argumentos para defender el desmedido ímpetu de su compañero. Era jornada festiva en el Barcelona. Los jugadores disfrutaban de un día de asueto que se tornó el más intenso de los últimos tiempos por culpa de Eto'o. El delantero azulgrana tenía una cita solidaria en Vilafranca del Penedés para presentar un libro titulado Camerún , durante un acto con presencia de niños. Ante ellos, Eto'o dio un mal ejemplo de exaltación al encadenar una retahíla de contundentes críticas mientras su abogado y representante, Josep Maria Mesalles, intentaba apartarle de los micrófonos. Sus palabras estallaron primero contra Frank Rijkaard, que el pasado domingo había desvelado que el camerunés se había negado a jugar cinco minutos. «Quien dijo que yo no quise jugar es quien tiene que hablar con ustedes. Los que hablan son los que están preocupados. En el Barça hay dos grupos, el del presidente y el de otra persona, y los que están preocupados que sepan que he vuelto. Lo que de verdad duele son mis goles», explicó. Eto'o se calentaba sin necesidad de que se le preguntara. «Es de mala persona salir en una rueda de prensa y decir que no quise jugar. Que piense que yo salgo a entrenarme siempre con mis compañeros, con lesiones y golpes; que digan lo que quieran, pero yo puedo ir con la cabeza alta», dijo en clara alusión a su técnico. Tras Rijkaard, le tocó el turno a Ronaldinho. «Si un compañero dice que hay que pensar en el grupo, primero que piense él. Todo lo que hago lo hago pensando en el grupo. Es lo único que me ha molestado», resaltó en referencia a las declaraciones del brasileño, que tras el partido contra el Racing pidió a Eto'o un esfuerzo por el bien del grupo. Guerra abierta Para Eto'o el gran problema es que él está inmerso sin quererlo en una disputa entre dos grupos. «No tengo ningún problema. Aquí hay una guerra que no es mía. Es entre dos personas, pero yo recibo los palos. Si tienen huevos que me lo digan a la cara. Que digan lo que quieran», afirmó con rotundidad, tras haber amenazado con desvelar asuntos del vestuario. «Si salgo y hablo, la gente verá lo que va a pasar», amenazó. Las palabras de Eto'o debieron dejar helado a Joan Laporta. El presidente del Barcelona, que el lunes había mantenido una conversación informal con el jugador, intentó quitar al asunto unas horas antes que se produjesen las declaraciones del camerunés. «No hay caso Eto'o», había dicho el mandatario azulgrana. Laporta s e había mostrado muy tranquilo ante el cariz que podría tomar la situación. «Ha pasado 144 días recuperándose de una lesión incómoda y complicada y lo ha hecho con una dedicación total. Ha sufrido mucho y a veces se producen reacciones comprensibles, pero hay que quitarles hierro porque, además, estoy seguro de que Rijkaard lo solucionará como siempre», dijo. El propio Laporta, sin embargo, alucinó cuando le comunicaron las electrizantes declaraciones de su protegido. Una manifestaciones que provocaron un maremoto en las entrañ as del club azulgrana.