El oficio del Sevilla minimiza al Steaua
Un ejercicio de oficio, orden y precisión bastó al Sevilla para cercenar en Bucarest (0-2) las esperanzas del Steaua, un histórico venido a menos. Quizá no mereció tanto premio en un partido poco vistoso, pero el equipo hispalense demostró por qué es el vigente campeón de la Copa de la Uefa. Se defendió de maravilla y mató el duelo en dos regalos rumanos: un golpe franco provocado por el portero y un penalti tan claro como absurdo sobre Kerzhakov. Poulsen y Kanouté dictaron sentencia y dejaron en un trámite el partido de vuelta que se disputará en el Pizjuán.