«Ser campeón de tu país 15 años no es un éxito baladí»

Acaba de convertirse en el primer atleta español que gana quince títulos domésticos de un modo ininterrumpido y sin embargo, este leonés es capaz de embarcarse en una nueva aventura en busca de la gloria olímpica. Es Manolo Martínez (León, 1974), el capitán de la selección española de atletismo que el sábado sufrió más que nunca en Sevilla para revalidar su título de campeón. Era su cuarta prueba oficial de esta temporada con la técnica giratoria con la que espera cambiar la medalla de chocolate de Atenas por el podio de Pekín. -Nadie hasta la fecha había ganado 15 campeonatos de España consecutivos. ¿Qué significado tiene? -Para mí es muy importante porque no resulta nada fácil ser el mejor de tu país durante 15 años seguidos. Desde luego que no es un éxito baladí. Es todo un refrendo acompañado de buenas actuaciones a nivel internacional. No es fácil ganar el campeonato de España desde los 17 años. -¿Se marca un número de campeonatos? -Por lo menos el del año próximo, porque mi gran objetivo son los Juegos Olímpicos de Pekín. - ¿Temió por el triunfo en Sevilla en algún momento? -Temer no, pero desde luego que hubo situaciones muy complicadas. Pienso que mi experiencia en competición acabó siendo decisiva para ganar. Además, si tengo que perder deseo que sea con mi compañero de entrenamiento. [Peña fue segundo]. -Con tantos éxitos y con 32 años, ¿Por qué decide cambiar a la técnica giratoria? -Porque puedo hacerlo mejor. Con la técnica lineal estábamos muy cerca del límite. Daba la sensación que el proceso había llegado a su punto máximo y que no había posibilidad de mejorar las marcas. -¿Y no es demasiado tarde para tentar el cambio? -No es cuestión de años sino de ilusión, y desde luego yo estoy muy ilusionado. Además estoy asimilando el aprendizaje muy rápido y eso es un estímulo. -Parece decidido a invertir la temporada en asimilar la técnica. -Ese es el objetivo principal del año. Asimilar la técnica y dejar que los resultados sean una especie de lotería. -En Sevilla ganó con un mejor lanzamiento de 19,21 metros, ¿hasta dónde puede llegar este año? -Es algo que no se puede calcular. Lo importante es mantener la progresión. Estaría muy bien superar los 20 metros, pero es un reto difícil. -¿En qué momento decidió cambiar de técnica? -Ha sido un proceso largo. Lo teníamos en mente desde hace mucho tiempo pero no lo hicimos porque dependíamos de las becas y no se podía correr el riesgo de quedarse una temporada sin ingresos. -Y ahora como ha llegado un patrocinador se ha animado a intentarlo. -No, curiosamente fue al revés. Los patrocinadores llegaron cuando ya habíamos tomado la decisión. -Dentro de quince días vuelve a Birmingham, en donde se colgó el oro mundial en pista cubierta. -En esta ocasión mi única meta es seguir afianzando la técnica. Si todo marcha muy bien podré estar en la final. -Parece que su única mirada está puesta en Pekín. -Para eso he cambiado la técnica, para conseguir una medalla. He participado en dos Olimpiadas y en la última estuve muy cerca del podio. Necesito un pasito más para conseguir el metal y ese es mi único objetivo. -Como capitán de la selección, ¿qué momento vive el atletismo español? -No se puede hablar de momentos en un deporte tan variopinto y heterogéneo como el atletismo, pero si evaluamos nuestro deporte a largo plazo considero que la evolución y la progresión ha sido buena. Contamos con una base muy sólida. -A pesar de los problemas de infraestructura. -Yo sigo igual que hace seis o siete años, echándole imaginación para entrenar. Solucionando el día a día, porque en León seguimos esperando por el Centro de Alto Rendimiento.