Diario de León

El Barça naufraga en Europa (1-2)

El Liverpool deja a los azulgrana contra las cuerdas por dos errores de Valdés y Márquez El Valencia enseña sus credenciales al Inter (2-2)

Belletti controla el balón presionado por Mohamed Sissoko

Belletti controla el balón presionado por Mohamed Sissoko

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Sergi Olego - barcelona
León

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El Liverpool clavó un puñal de considerables dimensiones en el corazón del Barça tras derrotarle en el Camp Nou (1-2) en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Los azulgrana consumaron la primera derrota europea de la era Rijkaard ante un rival que supo jugar sus cartas a la perfección. Al margen del resultado, la noche desató una infinidad de matices que tomaron cuerpo en un magnífico escenario. Un Camp Nou que vivió complaciente con los suyos hasta que Valdés cometió el primer error de la temporada y los azulgrana quedaron tocados hasta el pitido final permitiendo que el Liverpool sacase un rendimiento estelar de su equidad táctica. La estancia de Benítez en el Algarbe sacudió cualquier pronóstico. Diez días dan para mucho. El Livepool conservó su habitual diseño enfatizando su agrupamiento. Todos los ingleses en veinticinco metros para ahogar al Barça. A ese esquema le añadió la presencia de dos perros de presa. Arbeloa y Finnan sobre Messi y Ronaldinho. A Rijkaard no le hacía falta pasar por tierras portuguesas para darle la titularidad a Messi. Su presencia era vital para despertar el aletargado ataque azulgrana. Su verticalidad insuflaba nuevos ánimos. Los otros dos retoques, Belletti y Motta, eran secundarios. La partida estaba echada. El Barça arrancó dormitando para contemplar el dibujo del rival. Una vez analizado se decidió a despertar. Durante siete minutos asedió al Liverpool con un juego veloz y de británica exactitud. Todo ello decorado con un precioso tanto gestado por un taconazo de Ronaldinho, un medido centro de Zambrotta y cerrado por Deco con un colocado testarazo. La brutal exhibición azulgrana dejó poco premio. Un fuera de juego mal señalado a Saviola cuando se plantaba sólo ante Reina y tres arranques de Deco arrojaban un buen balance ante el entramado de Benítez. El Barça se había colocado el traje de gala. El del campeón. Capaz de volar en ataque y de ajustar la presión y cerrar al cerebro rival con la labor de Xavi y Deco sobre Xabi Alonso. Para culminar una obra maestra debía ultimar su gran punto débil de la temporada: el juego aéreo. El primer aviso de Bellamy ponía en alerta al Camp Nou. El segundo lo dejó helado. Valdés le puso un borrón a su sensacional temporada con el beneplácito de sus compañeros. Otro garrafal error de concentración. Ronaldinho pasa de seguir a Finnan. Belleti se olvida de Bellamy y Valdés se traga el remate del delantero galés. Menudo mazazo. Un regalo tergiversaba el devenir de la eliminatoria. El Liverpool lo acogía en sus brazo. Rafa Benitez estrujaba su talante más conversador obturando al Barça. Los azulgrana andaban descentrados. Necesitaban un cambio de tuerca. Rijkaard quiso dar un giro extremo. Tan radical, Iniesta y Giuly a escena, que aceleró en exceso a los catalanes abriendo de forma muy peligrosa el partido. El Liverpool acogió el guante con gusto. Nunca perdió la cabeza buscando aprovechar las ocasiones que tendría ante el desorden azulgrana. Xabi Alonso y Kuyt generaron las primeras. Acto seguido el Camp Nou tuvo un atisbo de esperanza con un disparo de Saviola resuelto por Reina y un remate de Messi desviado por Arbeloa. El Barça había asumido mucho riesgo. Fiel a su estilo. Una apuesta que le iba a costar un serio disgusto. Riise acogió un mal despeje de Márquez para masacrar a los locales. El Liverpool acabó de dormir el balón con constantes pérdidas que abocaron a los azulgrana a la derrota. Las últimas ocasiones de Saviola y de Deco, estrelló una falta en la cruceta, alargaron la agonía catalana. El Liverpool cerró otra visita al Camp Nou con el saco llenó. Nunca han perdido los ingleses en feudo azulgrana. El Barça también necesitará una gesta en el mítico Anfield Road para seguir vivo.

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