La vuelta de Eto'o le cambia la cara al Barcelona (3-0)

El Barça recuperó la alegría gracias a Samuel Eto'o. Su regresó aumentó los biorritmos del ataque azulgrana, que se dio un festín de goles ante un Athletic (3-0) muy permisivo en defensa y que claudicó ante la movilidad del camerunés. Su puesta en escena era extraña. Tras apearse por propia voluntad ante el Liverpool, Rijkaard le daba su primera titularidad desde el pasado 24 de septiembre. Su reentré en el Camp Nou se producía a bombo y platillo. Nada de calentar un banquillo del que no quiso salir ante el Racing. Eto'o volvía a la convocatoria para saltar de inicio. El Barça agradeció su decisión. El equipo aumentó su espíritu ofensivo. La movilidad de Eto'o disparó las revoluciones del resto de atacantes. Una faceta liderada por un Ronaldinho que siempre buscó a su compañero. Una dupla imposible de parar. Además, Xavi e Iniesta acompañaban con su criterio la mejoría azulgrana ante un Athletic demasiado estático. Los bilbaínos aplicaron la sabida estrategia de achicarle los espacios a los azulgrana. Un intento abortado por la vuelta de Eto'o y por su falta de contundencia en la presión. Demasiadas facilidades para un Barça que iba subiendo de tono. La entrada de Eto'o reactivó a sus compañeros. Giuly, presionado también por la vuelta de Messi, tuvo más presencia ofensiva en la primera media hora que en los últimos meses. Una de sus carreras sirvió para que Amorebieta, con Eto'o pegado a su cogote, tuviera la desgracia de encadenar varios rebotes en sus piernas para acabar batiendo a Aranzubia. El Barça acogió con mucho mimo la desgracia bilbaína. Salvo una contra de Yeste, los azulgrana campaban a sus anchas. Tocaban como en anteriores duelos pero esta vez acompañaban su sobeteo de balón con una oportuna dosis de profundidad. La enésima conexión entre Ronaldinho y Eto'o acabó con una espléndida dejada del camerunés para satisfacción de Xavi. La guinda la puso la pareja de moda en Can Barça. Otra vez Ronaldinho le servía una asistencia de lujo para que Eto'o completase un regreso de cine con dedicatoria incluida a Ricard Pruna, responsable médico del club. El Athletic visitó el Camp Nou el peor día de la temporada. Ni el descanso amansó a unas fieras dolidas. El Barça se dio un atracón de alegría. Palo de Iniesta. Exhibición de técnica individual de Ronaldinho que acaba en el larguero de Aranzubia. Otro arranque del brasileño bien resuelto por el meta vasco y falta otra vez a la madera de la portería bilbaína. El Camp Nou recuperaba la sonrisa. Veía a sus figuras enchufadas. Encima asistía al abrazo de Ronaldinho con Eto'o cuando el camerunés era sustituido. Alegrías yalegrías ante una afición deseosa de que los azulgrana recuperen su mejor versión ante los decisivos compromisos que se avecinan.