España se lleva un sobresaliente
Nueve medallas y catorce finalistas para España en los Europeos bajo techo, el quinto puesto en el medallero y el tercero en la clasificación por puntos fue un resultado sobresaliente que superó incluso las previsiones del presidente de la Federación Española, José María Odriozola, que suele pecar de optimista. El National Indoor Arena de Birmingham, donde hace cuatro años Manuel Martínez se proclamó campeón mundial de peso, ha puesto de largo en la escena internacional a un puñado de jóvenes españoles que han pasado el examen con suficiencia y algunos, como el sevillano Luis Alberto Marco, con brillantez. Para atletas consagrados como Carlota Castrejana (oro en triple), Juan Carlos Higuero (oro en 1.500) y Concepción Montaner (plata en longitud), Birmingham tendrá un hueco en sus historiales como el lugar donde alcanzaron medallas largamente perseguidas. Para otros que hasta ahora habían permanecido a la sombra de los primeros espadas, como Sergio Gallardo (plata en 1.500), Miguel Quesada (plata en 800) y Arturo Casado (bronce en 1.500), fue el punto de partida donde alcanzaron sus primeros metales. Marta Domínguez, con 11 medallas en su historial, tampoco falló esta vez (plata en 3.000) pese a que llegó con una insuficiente puesta a punto, y Jesús España, que un año antes había sido campeón de Europa de 5.000 al aire libre, tuvo ocasión de probar el sabor de la presión aunque salió del paso con una medalla de bronce en 3.000. La transición española empieza con buenos augurios, aun cuando los campeonatos de Europa en pista cubierta no son el mejor banco de pruebas para medir el nivel internacional de un equipo que necesita imperiosamente una renovación para no desmoronarse después de los Europeos al aire libre de Barcelona 2010. Higuero, Gallardo y Casado, unidos a muchos de los que se quedaron en casa, garantizan varios años de competitividad al medio fondo español, pero Alberto García, José Antonio Redolat y Marta Domínguez ya han rebasado la treintena. El atletismo español ha disfrutado durante doce años de un lanzador de rango universal, Manuel Martínez, pero con 32 años y su arriesgada apuesta por la técnica giratoria el sector vuelve a entrar en fase de penurias. Los saltos ofrecen un fuerte contraste. Frente al florecimiento de una gran generación de saltadoras (Castrejana, Ruth Beitia, Montaner, Naroa Agirre), la rama masculina no encuentra relevo a Yago Lamela, Joan Lino y Montxu Miranda, todos ellos víctimas de largas lesiones.