En un territorio maldito

El madridismo confía en que el vanguardista Allianz Arena dé más suerte a su equipo que el clásico estadio Olímpico de Múnich, feudo hostil donde jamás ganaron los blancos. Sin contar el humillante 9-1 que los pupilos de Vujadin Boskov recibieron en el verano del 80, ocho visitas en Copa de Europa con un pésimo balance de siete derrotas y un empate, cosechado, eso sí, en la última eliminatoria, correspondiente a los octavos de final del curso 03-04. El gol de Roberto Carlos supuso un valioso empate a uno, sobre todo porque Zidane clasificó al Madrid en el Bernabéu. Históricas han sido las batallas de Baviera entre teutones y madrileños. Sus enconadas pugnas comenzaron en 1976. El Bayern, doble campeón de Europa, visitó Chamartín en semifinales y arrancó un empate (1-1). Un espectador agredió al árbitro austriaco Linemayer y al Torpedo Müller. En la infernal vuelta, el inapelable 2-0 noqueó al Madrid. Juanito Gómez quedó marcado para siempre once años después, cuando perdió los nervios y fue expulsado por pisar el cuello de Matthäus, tendido en el suelo. El Madrid salió vapuleado de Múnich (4-1) y el extremo malagueño fue inhabilitado durante cinco años. El desquite llegó en el curso siguiente. Butragueño y Hugo Sánchez hicieron posible que el Madrid recortara un alarmante 3-0 y se presentase en el Bernabéu con opciones. Tantas que Jankovic y Míchel sellaron el pase a semifinales, donde esperaba el PSV Eindhoven. El martirio de Iker Hace ocho años, un joven Iker Casillas encajó ocho goles en dos partidos ante el Bayern (2-4 en el Bernabéu y 4-1 en el Olímpico). Menos mal que era la liguilla. Ambos pasaron de ronda y el Madrid esperaba venganza, que llegó en semifinales con un Anelka excelso. El francés, que costó 5.000 millones de pesetas, marcó en casa (2-0) y acudió al rescate en Múnich con un gol de cabeza. La derrota por 2-1 fue festejada como un sonado triunfo que preludió la Octava, conquistada ante el Valencia en París. La temporada siguiente, el experimentado colegiado danés Kim Milton Nielsen perpetró el atraco de Múnich. No indicó una clara falta de Jeremies a Casillas en el primer gol, perdonó luego la expulsión al duro teutón y dejó impune un penalti sobre Guti. El Bayern, que había ganado 0-1 en el Bernabéu, volvía a imponerse en el Olímpico (2-1) y se presentaba en la final, donde dejó a los valencianos hundidos tras los penaltis. Las huestes merengues salieron triunfantes en las dos últimas eliminatorias. En 2002, se toparon en cuartos. Geremi, a quien Del Bosque acertó al alinear como lateral derecho, jugó el partido de su vida en la capital bávara y marcó un gol clave. Pese a que Effenberg y Pizarro remontaron, el Bernabéu dictó sentencia en la vuelta (2-0). La 'Novena' estaba cerca. Después de siete derrotas, al fin el Madrid arañó su primer empate en Múnich en 2004, merced a una cantada de Kahn tras disparo de Roberto Carlos, luego suspendido dos partidos porque la UEFA examinó el vídeo y comprobó la agresión del brasileño a Demichelis. La novena batalla entre estos dos reyes de Europa se libra este miércoles.