Una jornada infructuosa

El Club de Pelota Leonés equivocó el planteamiento de los partidos disputados el pasado fin de semana contra el Club Arevacos de Arévalo (Ávila). Pretendía el Club Leonés, después de haber hecho sus cálculos, derrotar en los dos encuentros a los abulenses, ganar también a los madrileños esta semana y colocarse segundo, para la disputa de la liguilla de ascenso. Demasiadas cosas y demasiados esfuerzos, cuando estos últimos ya están bastante mermados y el cuerpo del pelotari pide a gritos el final del campeonato. Los antecedente de lo ocurrido en Cáceres hace quince días tenían que haber alertado al equipo leones. Amilivia, que viene arrastrando una vieja lesión desde hace ya una larga temporada, sufrió junto a su compañero Ricardo para ganar el partido de pala corta. Al final del encuentro él mismo reconoció que no sabía si podría jugar el sábado siguiente en Arévalo. Por lo tanto, este pre-aviso tenía que haber servido para que las parejas del Club Leonés, que intervinieron en los partidos (paleta y pala corta) contra el Club Arevacos el pasado sábado, fueran los suficientemente conjuntadas y efectivas para ganar al menos un encuentro y dar el otro por perdido. Carvajal-Chobo y Ricardo-Amilivia perdieron los dos partidos de una forma clara, contundente y con unos marcadores 35-23 y 40-24 que demuestran lo que anteriormente tratamos de explicar. Chobo debió de hacer pareja con Ricardo para defender la paleta. Amilivia junto a Carvajal debieron de apechar con la modalidad de pala corta, pues se sabia que el zaguero leonés no estaba al cien por cien y la lesión podría aparecer de nuevo. ¿Qué se hubiera conseguido quizás con estos cambios? Pues muy sencillo: Una vez presenciado el partido de paleta y examinado el comportamiento de la pareja contraria Somoza-Ramos, el delantero leonés Ricardo se hubiera llevado la victoria a sus alforjas por ser un pelotari más sagaz y astuto que su oponente Somoza. Por el contrario, en pala corta la pareja del Arevacos Pascual-Pacheco fue superior ante un Ricardo que no tuvo su mejor día y un Amilivia que jugó lesionado desde el tanto diez. Conviene apuntar también, para que estos cambios tuvieran el razonamiento justo, que Pascual-Pacheco en la visita al frontón de la Universidad de León, en el partido de la primera vuelta, ya plantaron cara a la pareja leonesa en un encuentro trepidante que ganaron Ricardo-Amilivia por un ajustado 40-39. Por lo tanto, antecedentes había. Terminando con esta exposición de lo que pudo haber sido y no fue para el Club de Pelota Leonés en los partidos disputados el pasado fin de semana en Arévalo, basta decir: « después de lo visto todo el mundo listo». Sí hicieron los deberes los dos clubes, Apóstol Santiago de Madrid y Cabezarrubia de Cáceres, que se enfrentaron el pasado domingo en la cancha del primero. Los madrileños ganaron el encuentro de pala corta y Cabezarrubia el de paleta, que en principio era lo que se esperaba. También la clasificación del Grupo-B ha sufrido cambios. Zaragoza y Arévalo están empatados con once puntos a la espera de la última jornada que jugarán en el frontón de los maños el próximo domingo. A una victoria del tercero El Apóstol Santiago ocupa la tercera posición y le saca una victoria al Club Leonés que ocupa con cinco puntos la cuarta plaza. En quinto lugar, con cuatro partidos ganados el Cabezarrubia. Para estos el campeonato a tocado a su fin puesto que esta semana no juegan ya que les correspondería hacerlo con Palencia, Club que se retiró de la competición como ya hemos dicho en varias ocasiones . El domingo, a partir de las doce la mañana, se verán las caras en el frontón de la Universidad madrileños y leoneses. Últimos partidos de este campeonato y última oportunidad también para que el Club de Pelota Leonés saque a relucir su casta y pundonor e intente ganar los dos encuentros con un equipo inteligente y bien conjuntado. El tercer o cuarto puesto están en juego. Por años de competición( el Club Leonés está a punto de cumplir su veinticinco aniversario) categoría y profesionalidad esperamos que esos deseos se cumplan.