Pendientes de Ronaldinho

El Barça vivió ayer una intensa y variopinta jornada presidida por las molestias musculares de Ronaldinho, la ausencia de Motta del entrenamiento y la respuesta de Valdés a Gudjohnsen sobre la hipotética falta de compañerismo denunciada por el islandés. Todo ello dos días antes de recibir al Real Madrid en el Camp Nou. La primera sorpresa del día saltó a las once de la mañana cuando Ronaldinho tampoco apareció en la segunda sesión del equipo tras caer eliminado de la Liga de Campeones. A mediodía, un comunicado del club azulgrana advertía que el brasileño se ausentó del entrenamiento por culpa de unas molestias en los músculos isquiotibiales de la pierna izquierda que le convierten en seria duda para recibir mañana al Real Madrid. Unos problemas físicos que el delantero azulgrana arrastra desde la conclusión del partido ante el Liverpool. A la ausencia de Ronaldinho se añadió la de Thiago Motta. El ítalo-brasileño estuvo ilocalizable durante toda la mañana aunque nadie del club conocía el motivo de su aparente espantada. Una vez acabado el entrenamiento, el departamento de comunicación del Barcelona explicó que Motta ya había conversado con el delegado del primer equipo para explicarle que una serie de motivos personales le habían impedido acudir a la sesión preparatoria. Todo eso sucedía después de que Víctor Valdés mostrara su desacuerdo con su compañero Eidur Gudjohnsen, que el miércoles criticó la falta de solidaridad y compañerismo del equipo. «El equipo sí que se ayuda, dentro y fuera del campo», sentenció el meta azulgrana. Valdés considera que esa unión «se nota en el ambiente del vestuario» del que dijo que «le sobra compañerismo». Pese a mostrar sus divergencias con el delantero islandés, el portero catalán evitó polemizar en exceso. «El equipo siempre ha sabido respetar a cada jugador cuando habla, dentro y fuera del campo, y eso es bueno para todos», concluyó.