Las «vacas sagradas» del Madrid critican la política del club

«Los jugadores tenemos nuestra responsabilidad, pero está claro que la situación de los últimos años no es fácil y hay muchísimas cosas que no se han hecho bien. Esta temporada han pasado situaciones extrañas». Sin querer ser más explícito, ya que la proximidad del duelo ante el Barcelona obliga a morderse la lengua y apretar los dientes, el capitán Raúl dio la cara ayer para, como capitán, hacer autocrítica, reprochar la política del club e invitar a la reflexión. Un dato demoledor: de los ocho fichajes de la era Calderón, con un coste de 105 millones de euros, sólo Van Nistelrooy acabó la «final» de Múnich y quizá porque no tiene recambio, ya que Ronaldo se fue a Milán a precio de saldo. En un club que en los últimos cuatro años todo lo quema, incluidos siete entrenadores y cinco directores deportivos, ya se busca salida a Emerson y Cannavaro, dos veteranos que se ficharon en verano para garantizar triunfos a corto plazo. El plan B, el de los jóvenes de invierno como Gago, Higuaín y Marcelo, tampoco cuaja con tantas urgencias. El club asume ahora que es necesaria una profunda limpieza en verano, lo que la plantilla interpreta como una falta de respeto. Filtra los nombres de Cristiano Ronaldo, Xabi Alonso, Metzelder y viejas promesas incumplidas como Cesc y Kaká, entre otros, pero en el fondo envía mensajes equívocos. Calderón da por hecho que Capello no seguirá, pero tan pronto se habla de Schuster como de Rafa Benítez, dos entrenadores de estilos antagónicos. «Los que están al mando del club deben tomar las decisiones que crean oportunas, pero esta temporada también hubo cambios y no se han cumplido los objetivos», advierte Raúl. Las «vacas sagradas» de la plantilla, lideradas por el capitán y Guti, están indignadas. La suplencia en Múnich del centrocampista en favor de Emerson, al que de puertas para adentro acusan de borrarse en el Bernabéu y ser un enchufado del entrenador, abrió otro cisma en el vestuario. Desde el cuerpo técnico y el club se filtró la idea de que Guti no era titular porque no se encontraba al cien por cien. Una teoría que se echó por tierra cuando el canterano entró a la media hora en lugar de Emerson. «Quien diga que no estaba a tope es un mentiroso», sentenció Guti, en referencia a Capello, en el mismo aeropuerto de Múnich. Raúl prefirió hablar entre líneas. «No soy el entrenador. Él saca a los que cree conveniente y aquí estamos todos para ayudar a sacar esto adelante. Cuando el entrenador hace un once piensa que va a ser bueno para el equipo, pero a los 10 segundos se nos puso todo en contra. En cuanto salió Guti fue otro partido, el equipo se empezó a sentir mucho más cómodo, pero así son las circunstancias». El Barça, último tren Muerta la Champions y con el dubitativo Barça a la vuelta de la esquina, la Liga es el último arma que empuñan desde el club para no firmar la rendición. «Si puntuamos allí, quedarán muchas jornadas por delante y, sólo con esa competición, estamos capacitados para luchar por la Liga. Queremos jugarles de tú a tú, evitar que nos dominen», subrayó Raúl en un intento de poner al mal tiempo buena cara. Como buen madridista, el capitán no se conforma a estas alturas con el cuarto puesto. «Por mi cabeza sólo pasa ser campeón», sentenció. De no ser por la proximidad de ese duelo, los cimientos de la casa blanca hubieran saltado por los aires tras el varapalo de Múnich, con la destitución de Capello, en quien ya nadie confía, quizá también la de Mijatovic, director deportivo, y nuevas elecciones a la presidencia en el horizonte. Ahora, todo queda a expensas del clásico, donde el Madrid llega con la moral por los suelos y cojo por las lesiones de Beckham, Reyes, Cannavaro y Cicinho y Roberto Carlos, que ha sufrido su enésima recaída muscular y estará un mes de baja. Diarra, Ramos y Torres también están tocados, pero son recuperables. «En el partido ante el Barcelona queremos jugarles de tú a tú, evitar que nos dominen. Por mi cabeza sólo pasa ser campeón» RAÚL GONZÁLEZ Capitán del Real Madrid LOS FICHAJES DE CALDERÓN Millones de euros De los ocho jugadores sólo Van Nistelrooy acabó la «final» de Munich