A la Deportiva le falta fuerza para remontar (1-1)

La Sociedad Deportiva Ponferradina desperdició ayer una fenomenal ocasión de conseguir tres puntos de oro frente a un rival como el Xerez Club Deportivo que jugó en inferioridad numérica durante más de media hora en la segunda mitad. El conjunto berciano pagó caro su principal error defensivo, puesto que a los cuatro minutos la zaga se despistó en el saque de una falta próxima a la frontal del área que los andaluces botaron con celeridad y el balón colgado por Camuñas llegó franco a la cabeza del central David Prieto que batió a Rubio con facilidad. Tanto insistir sobre la concentración defensiva para que a los cuatro minutos te encuentres con un gol en contra por un fallo infantil que luego tanto cuesta rectificar. El caso es que los locales se entregaron a una lucha constante en busca el empate que se resistía. Rubén Vega lo tuvo en su cabeza tras un buen centro de Fran que el de Castrillo remató contra el meta Chema y David Prieto terminó por desviar definitivamente. A los veinte minutos, Rubén hace una buena jugada que culmina con centro al interior del área donde Nabil remata forzado, enviando el balón sobre el larguero. Poco después, el propio Rubén Vega remató contra la escuadra de Chema, con éste fuera del marco. No había manera de perforar su portería. En la segunda mitad se acentuó el dominio de los bercianos que salieron dispuestos a cambiar el curso de los acontecimientos. Así, un centro de Fran nada más reanudarse el juego fue cabeceado por Nabil para que Chema hiciera el paradón de la tarde, desviando a córner cuando ya se cantaba el gol. Hasta Fuentes se sumó a la ofensiva, después de que el centrocampista xerezano Abel Aguilar viera la segunda cartulina amarilla que le mandó a los vestuarios antes de tiempo. Quedaba media hora por delante y la afición creía en el milagro de la remontada que nunca se había visto en El Toralín. Fue así como el de Ordes galopó por su banda para soltar un buen centro sobre Fran y el zamorano coloca sobre la posición de Nabil para que el marroquí de origen francés remate a gol, salvando un defensa bajo los palos. Se veía que aquello iba a resultar complicado porque el gran esfuerzo de los locales no bastaba. Tuvo que ser finalmente Nabil quien cabeceara a la red un buen centro de Cifu para establecer la igualada. De aquí al final fue un querer y no poder por parte de los locales que acabaron sin fuerzas.