Adiós al maestro de la montaña

El montañero vasco Pedro Udaondo, de 73 años, toda una leyenda del alpinismo, falleció a primera hora de la mañanade ayer mientras realizaba la vía conocida como «Corredor del Marqués», en el macizo occidental de los Picos de Europa. Según las informaciones facilitadas por los integrantes del operativo que participó en el rescate, Udaondo sufrió una caída cuando se encontraba en el Corredor del Marqués y se deslizó unos doscientos metros por la zona de «Las Barrastrosas» golpeándose mortalmente en la cabeza contra una roca. «Estábamos ladeando, haciendo una aproximación en un corredor de hielo donde teóricamente no había peligro. El accidente ocurrió de la forma más absurda. Pedro tropezó con sus botas, crampón con crampón, dio un traspiés y se cayó. Desgraciadamente no tenía el piolet en la mano y no pudo sujetarse». Así relataba ayer el accidente Ricardo Marzo, compañero de ascensión de Pedro. El maestro montañero vasco se deslizó inicialmente hacia abajo unos diez metros, luego se golpeó la cabeza contra una roca que sobresalía y luego, ya inerte, siguió cayendo hasta que lo perdieron de vista. Cuando Ricardo y su otro compañero en la ascensión, Chuchi, bajaron hasta donde se encontraba su cuerpo, Udaondo ya era cadáver. «Su muerte debió ser prácticamente inmediata», advierte Ricardo. Una vez recuperado el cuerpo fue trasladado por orden del juez al tanatorio de la localidad de Cangas de Onís. Pedro Udaondo, una de las leyendas del montañismo español, había realizado la ascensión del Naranjo de Bulnes, también conocido como Pico Urriellu, en 140 ocasiones por todas sus caras y en todas las estaciones. Junto a Ángel Landa, el montañero bilbaíno formó pareja para afrontar y conseguir lo que el 8 de marzo de 1956 se convertiría en la primera ascensión a la mítica cima asturiana en condiciones invernales. Su última ascensión al Naranjo se produjo, por la cara sur, el 19 de marzo del pasado año. El servicio de emergencias 112-Asturias informó que a las 7:50 horas recibió una llamada de emergencia desde el refugio de Vegarredonda, a raíz de la cual movilizó de inmediato al Grupo de Rescate de Bomberos. Tras dudar debido a los problemas que presentaba la situación meteorológica de operatividad para el helicóptero de rescate, ante la existencia de mucha niebla, el grupo despegó y lograron llegar a la zona.