Fútbol | Segunda División EL RIVAL
Un rival que juega otra liga Mendilíbar saca máximo partido de la «austeridad castellana»
La Deportiva visita hoy al líder con la intención de aguarle la fiesta a un Valladolid intratable
La Sociedad Deportiva Ponferradina visita esta tarde uno de los campos más complicados de toda la categoría, por no decir el que más. En el Nuevo Zorrilla le aguarda un Valladolid intratable que marcha camino de pulverizar todos los registros esta temporada con la sana intención de alcanzar cuanto antes el ascenso a la máxima categoría del fútbol español. En teoría, los bercianos tienen muy difícil sacar algo positivo del feudo blanquivioleta, pero precisamente ahí radican sus posibilidades de éxito, puesto que nadie, excepto ellos mismos y sus incondicionales que estarán bien representados en las gradas, confían demasiado en dar la sorpresa. Para afrontar este compromiso Pichi Lucas se ha llevado a todos los disponibles a Valladolid, entre los cuales no estará Asier Salcedo, que ayer recibió un golpe en el tobillo durante la sesión matinal de entrenamiento y por tanto no podrá participar en el compromiso. La ausencia del vitoriano tampoco trunca demasiado los planes del técnico, puesto que Asier apenas estaba disponiendo de minutos esta temporada. En cambio, quien se perfila como titular una vez más es el canario Jotha Pérez, que está atravesando por un buen momento de juego. Pichi podría volver a situarlo por delante de Dani Borreguero y Nacho Fernández, que regresa tras cumplir sanción el pasado domingo, si bien ha matizado que no se trata de un trivote, si no que realiza una función similar a la que antes ejercía Rubén Vega. Éste último caería entonces a la banda izquierda en detrimento de un Raponi que lejos de Ponferrada no es capaz de exhibir su mejor fútbol. Y para que la fiesta sea completa, en las gradas habrá una nutrida representación de aficionados ponferradinos que estarán en Zorrilla aprovechando la proximidad del desplazamiento. Se calcula que habrá cerca de un millar de bercianos en Valladolid para tratar de empujar a su equipo. El Real Valladolid está a punto de retornar a la máxima categoría del fútbol español por méritos propios. Uno de los secretos que encierra el plantel blanquivioleta reside en la aplicación del sentido común que aplica desde el banquillo un entrenador como la copa de un pino, al que no le van los alardes y que basa su repertorio futbolístico en un catálogo salpicado por igual de sensatez y practicidad. José Luis Mendilíbar no ofrece con su equipo un fútbol espectacular, entre otras cosas porque entiende que el espectáculo está en el marcador. Ganar 1-0 vale igual que ganar 5-0 y bajo ese prisma está gobernando con una superioridad insultante una categoría plagada de mediocridad. El vasco ha sabido rodearse de un elenco de jugadores compuesto en su justa medida por veteranos ilustres como el meta Alberto, el central García Calvo o el escurridizo Víctor, al lado de jóvenes talentos que pronto darán que hablar, si es que no lo están haciendo ya. Ha sabido recuperar a gente cuya credibilidad balompédica se ponía en duda como el central Iñaki Bea o el mismo Borja, a quien le cerraron la puerta del Madrid. Tiene la virtud este Pucela de no echar en falta a nadie. Cae el pichichi Llorente y aparece Manchev para hacerlo igual o mejor. Es un equipo con mayúsculas.