Islandia, alma alemana con fuerza nórdica

Eyjólfur Sverrisson encontró su lugar en Alemania. Cuando marcó cuatro goles a Finlandia, el Stuttgart lo fichó de forma inmediata. Tenía sólo 21 años y en pocos años se convirtió en toda una estrella en su país y en la Bundesliga, donde jugó también en el Hertha de Berlín. Se retiró en 2003 y pasó a los banquillos, en donde ha inculcado la filosofía alemana a los jugadores islandeses. Comenzó con las categorías inferiores de su federación y, ahora en la absoluta, está empeñado en plasmar el orden germano al tradicional juego nórdico. Así, el fútbol es más sencillo: pelotazos y cubrir bien la posición. Los rivales de España están encuadrados en equipos ingles de media tabla o noruegos, donde la fuerza y la garra suplen la falta técnica. Entre las dos ligas, suman 14 miembros en la convocatoria. El resto está desperdigado por los países escandinavos, Dinamarca, Alemania y Holanda. Sólo dos futbolistas juegan en su país (el portero Lárusson y el ariete Johansson) y el único que ha escapado del norte de Europa es Eidur Gujohnsen. El barcelonista es el futbolista con más clase desde Sverrisson.