Un antídoto para la depresión «Mátenme, no mientan»

Cuatro días después de bordear el ridículo ante Dinamarca, España afronta el compromiso contra Islandia desde la extrema necesidad. Está obligada a vencer para seguir viva en la clasificación para la Eurocopa, lavar su imagen, ganar credibilidad, tapar bocas y disponer de más tiempo para superar la profunda depresión que dejó el Mundial. Cubierto el cupo de derrotas en Belfast y Estocolmo, la selección camina por el alambre y tiene por delante ocho finales en las que hay que «ganar y volver a ganar». Por más que Sergio Ramos se cure en salud, ponga la respuesta automática y hable del rival como «un gran equipo, con jugadores peligrosos», España no tiene justificación para eludir la responsabilidad de demostrar si le queda algo de grandeza, compromiso y fuerza mental, ya que, a juicio de Luis, la apuesta por la técnica no ha cambiado y la mala condición física de base tampoco. Aunque los tópicos invaden el mundillo del fútbol y, ciertamente, para esta España no hay enemigo pequeño, resulta imposible esconder que es un adversario vulgar y con hombres en plena pretemporada. Una cosa es no fiarse y ser respetuoso, más si se tiene en cuenta que España nunca se impuso a La tierra de hielo por más de un gol de diferencia, y otra vender burras o pollinos. Islandia ocupa el puesto 86 de la Fifa, delante de Etiopía. «Veo a los jugadores entregados. Somos mejores y, aunque se nos van a cerrar y será difícil, sacaremos el partido adelante. Y si es jugando bien, mucho mejor», sostuvo Luis, encendido en vísperas del duelo en Mallorca. Sostiene que la unión del grupo es máxima, cree que hay comunión entre él y los jugadores y niega que los futbolistas hayan criticado los cambios del miedo ante los daneses. «Todos tienen abierta la puerta de mi vestuario y nadie me ha dicho nada», garantizó. Para demostrar quizá que no quiso señalar a nadie como culpable de la agonía del sábado y que hay una segunda oportunidad, Luis evita una revolución. No quiere cambios, más allá de la necesaria entrada, tras cumplir sanción, de Ramos y Puyol, que se las verá con su compañero Gudjohnsen. Alineaciones probables: España: Iker Casillas, Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila, Albelda, Iniesta, Xavi, Silva, Villa y Morientes Islandia: Arason, Steinsson, Ingimarsson, Hreidarsson, Kristján Sigurdsson, Vidarsson, Gudjonsson, Hallfredsson, Hannes Sigurdsson, Gudjohnsen y Thorvaldsson Árbitro: Laurent Duhamel (Francia) Estadio: Ono Estadi Hora: 22,00 (TVE 1) Luis está tenso, nervioso, a la defensiva, indignado por lo que considera mentiras que buscan dañarle, y preocupado por el rendimiento de la selección. El de Hortaleza lo niega todo y presume de mantener sin grietas el vestuario. Dice que no ha apuntado directamente a nadie como culpable del desaguisado ante los daneses, que no filtró una conversación con Torres en la que supuestamente el delantero le mostrase su interés de salir del Atlético en verano y, por su puesto, garantiza que no recetó viagra para aumentar el vigor de sus pupilos. En vísperas de un duelo clave por la supervivencia, muy poco se habló en Palma de Islandia y mucho de dimes y diretes, de la confusión que rodea a la selección. Luis ya se presentó refunfuñando en la sala de prensa. «!Nadie nos dice dónde es!», masculló ante su jefa de prensa, desorientado por uno de los pasillos próximo al velódromo. Encajó bien la primera y fácil pregunta. ¿Cuáles son sus sensaciones? «Buenas. Veo a los jugadores entregados. El equipo está unido. Era fácil haberse agarrado al resultado ante Dinamarca, pero me gusta decir la verdad. Desperdiciamos un buen momento para rematar el partido». El de Hortaleza ya frunció el ceño cuando se le preguntó sobre las idas y venidas de Marchena. «Lo hemos llevado lo mejor posible y sólo ha hecho un viaje más, el de Madrid a Valencia», respondió. ¿Es verdad que Torres le reconoció que quiere irse del Atlético?, se le cuestionó a continuación. «Fue una conversación privada de la que salí contento. Hablamos de muchas cosas, pero nada del Atlético». ¿Por qué cargó las tintas contra Iniesta y Xabi Alonso? «Es otra mala traducción de mis palabras. Fue todo lo contrario. Dije que no entendía que futbolistas extraordinarios perdieran tantos balones y eso es un piropo. No puedo criticar a Xabi Alonso cuando es el típico hombre al que quiere todo entrenador ya que, aunque no juegue, siempre hace un trabajo extraordinario». Luis rechazó de plano que los internacionales se molestasen con su regañina y, sobre todo, que le recriminasen los cambios. «Ellos no han malinterpretado nada y no creo que sea tan grave decir que no jugamos bien la segunda parte. Es falso que alguno me cuestionara los cambios. Lo único que dijeron es que por lo menos se ganó. Tengo un enorme respeto por los periodistas, creo en la bondad de la gente, ya que si no estaríamos siempre en guerra, pero no mientan. ¡Mátenme si quieren, pero no mientan!».