Climalia León entierra su crisis en Melilla

Quinteros es la bomba. 35 puntos, un puro recital, y suyo es buena parte del mérito en la victoria apurada de León en un tercer cuarto determinante para romper la mala racha del equipo. Importante victoria en un duro partido, un encuentro de poder a poder que se resolvió con ¿la sonrisa del jugón¿, un Paolo Quinteros incomensurable. El primer cuarto comenzó con dos equipos que se respetaban mucho, no en vano se conocían perfectamente de la Copa del príncipe, hace apenas un par de meses en Melilla y con éxito rotundo para Baloncesto León. Los primeros en anotar fueron los melillenses con un acierto de Southall, pero pronto cogió Quinteros las riendas del partido. El argentino, un auténtico maestro de orquesta, con cuatro puntos suyos ponía a los leoneses por delante en los primeros compases. El equipo local no se encontraba cómodo en ataque ante la buena defensa del cuadro dirigido por Gustavo Aranzana, y dos nuevos puntos de Quinteros ponían en el luminoso un 4-8 en el meridiano del cuarto. Poca anotación. El choque entraba entonces en un intercambio de puntos. Quinteros, eterno matador, ampliaba la diferencia de los rojillos con un 8-12 a falta de 2:34, y Hughes, con una jugada de dos más uno, ponía la máxima renta de los leoneses en 10-15 a minuto y medio del final. En el segundo cuarto, de nuevo Quinteros comenzó entonado, aumentando las rentas de los visitantes, pero fue un espejismo, por desgracia, ya que Melilla fue el que marcó las pautas del juego. Un triple de Stacey y otro de Josemi García empataban el encuentro a 22 a falta de ocho minutos. Nuevamente, los mismos dos protagonistas, con sendos aciertos ponían a Melilla por delante con cuatro de ventaja y tiempo muerto del banquillo leonés, que ya no lo veía tan claro. Los de Aranzana, perdidos en ataque y con muchos errores, de nuevo en la línea derrotista de los últimos encuentros, encajaban un peligroso parcial de 14-0, con otro triple de Stacey (33-22, a falta de tres minutos). Un punto de Bernabé y un triple de García volvían a meter al equipo leonés en el cuarto, aunque Melilla supo administrar su ventaja para marcharse al vestuario con siete puntos de margen a su favor. En el tercer parcial, los melillenses saltaron a la pista con la ventaja en el marcador, pero poco a poco el conjunto de Gustavo Aranzana fue asumiendo el peso del choque, con un Paolo Quinteros que se convirtió en un auténtico bombardero. El técnico melillense Paco Olmos intentó cambiar una y otra vez el defensor de «Don Paolo», pero Quinteros fue superando a todos. Leather le ayudaba en el juego interior fajándose con los pivots melillenses. El conjunto local sobrevivía con el acierto de Stacey y Winchester, que mantenían las esperanzas de la grada para superar al Climalia León. Dos triples consecutivos de Quinteros pusieron al equipo visitante por delante con 43-48 a falta de 3:48 para el final de este tercer periodo. Melilla, un poco perdido sobre la pista, intentaba mantenerse en el encuentro pero finalmente, el equipo visitante conseguía terminar el cuarto con 52-56 a su favor. Un último triple de Quinteros a 25 segundos de la bocina era el aldabonazo y la confirmación de su fabuloso partido. Ell último periodo fue un festival de ataque. Los dos equipos se quitaron las caretas en defensa y apostaron por el juego ofensivo. Leather hacía mucho daño. Los visitantes dominaban. La recta final fue un querer y no poder de Melilla, donde intentaba provocar faltas y errores leoneses, pero el equipo de Aranzana hizo fiel su condición de puntero de la tabla y ganó, una victoria con múltiples lecturas, y todas en positivo. Por fin después de tres derrotas consecutivas el Climalia León vuelve a ganar.